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El ex primer ministro Tanaka llora su inocencia ante los jueces

El ex primer ministro japonés Kakuei Tanaka rechazó ayer, entre sollozos, que hubiera recibido la suma de 113 millones de pesetas en concepto de sobornos procedentes de la compañía norteamericana Lockheed. Hizo esta declaración ante el tribunal de distrito de Tokio, donde se inició ayer el proceso.

El juicio se inició con la presentación por parte de los abogados de Tanaka de una demanda en la que se exige la retirada de todos los cargos contra el acusado, alegando que éste jamás pudo haber influido en la venta de los aviones de la Lockheed a Japón.En el caso de que sea declarado culpable, Tanaka puede ser condenado a una pena de reclusión máxima de siete años y medio y una multa de cinco millones de dólares, unos 350 millones de pesetas, así como la devolución de la suma aceptada en concepto de soborno.

El escándalo de la Lockheed estalló en febrero del pasado año, cuando se aireó que la compañía norteamericana había repartido más de ochocientos millones de pesetas entre personalidades influyentes japonesas utilizando como intermediaria a su concesionaria en Japón, la Murubani. Según las acusaciones, Tanaka y su secretario Tshio recibieron los sobornos en el transcurso del 1 de septiembre de 1973 y 1974, tras haber convencido a las líneas aéreas japonesas de que adquiriesen veintiún aparatos de la firma norteamericana en 1972.

Tanaka, que había llegado al cargo de primer ministro en 1972, consiguió también desde su puesto de presidente del Consejo de Seguridad Nacional, según las acusaciones, que Japón renunciase en el mismo año a la fabricación de sus propios aviones anti submarinos y en su lugar se comprasen aparatos similares de la firma americana.

En el escándalo están implicados importantes hombres de negocios japoneses, entre los que destaca el presidente de la compañía aérea japonesa Nipon Airways, Osano, que había sido el principal financiador de la carrera política de Tanaka.

Tanaka fue forzado a presentar su dimisión en diciembre de 1974, cuando se descubrió que en las elecciones para el Senado de dicho año había repartido los fondos electorales del partido con fines no lícitos. El 27 de julio del pasado año fue detenido por su implicación en los sobornos de la Lockheed y permaneció encarcelado hasta el 17 de agosto cuando fue puesto en libertad bajo fianza de doscientos millones de pesetas.

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Hombre de origen humilde, Tanaka fue reelegido el pasado diciembre con etiqueta de independiente en su distrito de Niigata, donde nació, feudo político que nadie ha podido arrebatarle ni siquiera con la ayuda del escándalo Lockheed.

Tanaka ha proclamado reiteradas veces su inocencia. Ayer, ante los jueces, derramó furiosamente lágrimas cuando negó su implicación en el escándalo. El juicio ha sido aplazado hasta el 22 de febrero.

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