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VUELTA A ESPAÑA

La caída de un mito

Carlos Arribas

Manuel Saiz es el hombre más solo del pelotón. El ONCE" su equipo, está destrozado. Mientras el técnico recuerda ahora la ausencia forzada. de Marino Lejarreta, diferentes estamentos de la Vuelta recuerdan sus afirmaciones -previas: "Puedo hacer.ganar la Vuelta al corredor de mi equi-. po que yo quiera".La crisis del ONCE es la caída de un mito, del conjunto, que en 1991 hizo y deshizo a su antojo en la ronda española. El ONCE entréen el ciclismo profesional como un elefante en una cacharrería. Saiz siempre ha tenido a su disposicion el pfesupuesto, que ha deseado. Todos los años ha fichado a las*figuras disponibles.

El prúner ano, 1989, sus líderes fueron Pcio Ruiz Cabestany y Herminio Díaz Zabala., Fue una temporada de asentamiento. 1990 fue su primer año bueno, aunque aún a nivel modesto. Herminio Díaz Zabala, Marino Lejarreta y Eduardo Chozas lograron triunfos de etapa en la Vuelta, el Giro y el Tour. Por 14 segundos, los qw le distanciaron del Z, no logró el triunfo por escuadras en las tres grandes rondas.

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Su gran año fue 1991. Llegó el monopolio de la Vuelta -el ONCE mantuvo el maillot amarillo desde el pricipio hasta el fin- y el triunfo- en pruebas menores. Fracasó en Italia y en Francia. 1592 se inició de igual forma. Vuelta a Andalucía y Vuelta a Valencia volvieron a ser para uno de sus hombres. Hasta que llegó abril. Marino Lejarreta cayó en Amorebieta y se retiró. Laurent Jalabert, fichado con la ambición de conseguir la Copa del Mundo, se rompió la clavícula.

Llegó a la Vuelta como el equipo más temido. Falló en las contrarreloj iniciales; recuperó en una jornada de abanicos y se hundió en la montaña. Mauri, su ganador del año pasado, partía como jefe de filas. La montaña no se ha suspendido este año y el catalán, que nunca ha sido un escalador, perdió su rango.

"Sólo tengo equipo para vueltas pequeñas. Tengo que recomponer el conjunto" afirma ahora sin rubor Saiz, quien piensa en no acudir al Giro y se está replanteando la fórma de afrontar el Tour. Ahora deberá conformarse con la alegría de los modestos: triunfos de etapa.

El autoritarismo del director ha hecho que se enturbien sus relaciones con los corredores, auxiliares y con otros técnicos. "Nosotros admitimos de buena gana,a todo el mundo, pero cuando llegauno que nos mira por -encima del hombro cuando gana, no lo aguantanios" comenta un técnico que prefiere mantenerse en el anonimato.

Todos reconocen, sin embargp, que Saiz ha abierto puertas. "Fue el primero en llevar una roulotte para el" equipo, un equipo, de análisis y otros avances que los demás hemos incorporado", reconoce otro técnico.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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