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Una mirada benévola a la ciudad

El dibujante Jorge Arranz hace su cuarta exposición dedicada a Madrid

"No me considero madrileño". A Jorge Arranz, dibujante de prensa, le gustan las contradicciones. No sólo nació en Chamberí en 1956, sino que además lleva años pintando casi exclusivamente la ciudad. Para colmo, el pasado miércoles inauguró en la sala Eloy Gonzalo de Caja de Madrid la cuarta exposición que dedica a la Villa y Corte desde 1980.

Durante una semana, hasta el 14 de mayo, Jorge Arranz expone en unos 40 cuadros su visión de Madrid, una visión realista y objetiva. Describe Madrid a través de muchos de sus hitos, desde monumentos como la Puerta de Alcalá, Correos o el Prado hasta balcones y tejados del casco antiguo y vistas panorámicas. Lo pinta todo en acuarela, tinte, cera y grafito con un rasgo muy espontáneo. Arranz ha trabajado mucho para tebeos y hoy hace caricaturas y mapas para la prensa. Eso por las mañanas. Las tardes las aprovecha para satisfacer su pasión: dibujar los paisajes urbanísticos.

Un caos con gracia

"Soy un analista visual con imparcialidad y mucho rigor. No estoy enamorado de Madrid. Quisiera pintar otras ciudades de culturas diferentes", afirma, Jorge Arranz.Las ideas para sus cuadros le vienen paseando por las calles, fijándose sobre todo en las formas y líneas de los edificios. Su punto de partida suele ser o un boceto hecho en la calle o una foto, y termina en su estudio con planos y documentación.

El Madrid de Jorge Arranz refleja sobre todo los contrastes de esta ciudad. "Para mí es una selva urbana, sin estilo concreto. Es un sitio caótico e improvisado, pero con gracia". En su cuadro Torres, por ejemplo, los altos edificios del complejo Azca del paseo de la Castellana dominan monstruosamente y se comen al viejo Madrid.

No obstante, los colores pastel que usa Arranz despojan de agresividad a sus dibujos. Todo resulta fresco y vivo, con mucha claridad. Las casas son rojas y naranjas, el cielo es azul, las calles están limpísimas y llenas de árboles. Da la impresión de que Madrid fuese una ciudad verde, acogedora y alegre. "Quizá sea una interpretación benevolente que doy de Madrid", señala Arranz, "pero me interesa más la arquitectura. que las calles sucias".

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Su dibujo preferido es el perfil de Madrid visto desde la carretera de La Coruña, una ciudad cubierta de humo y contaminación. "Eso es lo que veo todos los días cuando vengo al centro", explica. Porque Jorge Arranz no vive en Madrid. Tiene una casa en Hoyo de Manzanares. "Me gusta pintar ciudades, pero no vivir en ellas".

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