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MOTOCICLISMO

Color italiano en Malaisia

Cadalora, Biaggi y Perugini logran los primeros triunfos del año en el Mundial

El Gran Premio de Malaisia vivió ayer las victorias de Luca Cadalora (Honda) en 500cc, Max Biaggi (Aprilia) en 250cc y Stefano Perugini (Aprilia) en 125cc. Los pilotos italianos fueron, por tanto, los únicos triunfadores en la prueba inaugural del Campeonato del Mundo de Motociclismo, disputada en el circuito de Shah Alam. Por parte española, el botín fue de dos podios: Carlos Checa (Honda) y Luis D'Antín (Honda) consiguieron estar en el escalón más bajo gracias a sus terceras posiciones en las carreras de 500cc y 250cc, respectivamente. Fue una jornada intensa, con sorpresas, sobre todo en la categoría reina, cuya prueba tuvo que ser interrumpida por la lluvia.El triunfo de Cadalora se produjo por eliminación, pues el italiano fue el único de los grandes favoritos que no sufrió inconvenientes. Ya antes del gran premio se había registrado la baja del australiano Daryl Beattie, número uno de Suzuki. Después, en la segunda vuelta, se cayó Àlex Crivillé (Honda) cuando peleaba en el grupo de cabeza. Más tarde corrieron la misma suerte otros dos pilotos importantes, el italiano Loris Capirossi (Yamaha) y el japonés Tadayuki Okada (Honda). Y el último grande en ser eliminado fue el campeón del mundo, Michael Doohan, que sólo pudo acabar quinto, víctima de una inusual degradación de su neumático posterior.

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La lluvia tuvo también un papel importante, ya que obligó a dividir la carrera en dos mangas. La primera, con sólo 10 vueltas, terminó cuando aparecieron las primeras gotas, con Cadalora en cabeza de un grupo formado además por Doohan, el brasileño Alex Barros (Honda) y la sorprendente moto bicilíndrica de 0kada. Checa ocupaba la quinta plaza en el momento de la interrumpción. Al cabo de una hora la prueba se reanudó y, poco a poco, Cadalora se quedó solo hasta llegar al primer triunfo del año, seguido a distancia por Barros. Checa, por su parte, peleó hasta el final por subir al podio y lo logró por escasas centésimas. Alberto Puig (Honda) acabó séptimo el día de su reencuentro con la competición, y Batiste Borja (Elf) décimo.

En 250cc, la carrera apenas tuvo historia. El bicampeón Max Biaggi se escapó desde que el semáforo se puso verde y acabó las 31 vueltas con. casi 15 segundos de ventaja sobre el japonés Tetsuya Harada (Yamaha). El tercer inquilino del cajón, el madrileño Luis D'Antín, realizó una de sus mejores carreras en el Mundial. Salió bien y controló la situación, a pesar de que la pista malaya no es una de sus favoritas. Los otros españoles del cuarto de litro tuvieron que abandonar.

La cilindrada más pequeña, los 125cc, fue la más competida. Sólo se resolvió en la última vuelta a favor del joven italiano Stefano Perugini, que obtuvo así su primer triunfo en el campeonato del mundo. El sprint final lo protagonizó con otros cuatro pilotos, entre los que se encontraban Emilio Alzamora (Honda) y también el actual campeón, el japonés Haruchika Aoki (Honda). El español acabó quinto. Aoki y el alemán Peter Ottel (Aprilia) también subieron al podio.

Crivillé se lesiona una mano y es duda para la próxima carrera

Se despertó soñando que podía ganar el primer gran premio de la temporada. Saltó a la pista convencido de que tenía tantas posibilidades como cualquiera de los demás favoritos. Pero la ilusión de Álex Crivillé duró apenas dos vueltas, el tiempo que tardó su moto en lanzarle por los aires y aplastar su mano izquierda contra el suelo malayo. Fue una caída a alta velocidad, justo antes de entrar en un curva rápida a la derecha. Un accidente como muchos otros, pero esta vez tuvo peores consecuencias.El piloto catalán enseguida vio que se había hecho daño. Lo primero que miró al levantarse fue su mano izquierda, la que se había golpeado fuertemente y había sido arrastrada por el asfalto. Los médicos que le atendieron confirmaron la primera impresión. Su diagnóstico inicial señalaba varias abrasiones en el dorso de la mano. La más seria era la del dedo meñique ya que afectaba al tendón.

Al principio, la intención de Crivillé fue viajar inmediatamente a Barcelona para ser operado, pero le convencieron de que quizá podría recuperarse a tiempo para estar en Indonesia el viernes de nuevo sobre su moto. Entonces fue trasladado al hospital de Subang, donde ayer tarde a última hora fue intervenido quirúrgicamente. La operación fue breve y los médicos intentaron sobre todo evitar la infección y recomponer el tendón del dedo meñique.

Si no hay novedad, Crivillé será dado de alta hoy mismo y mañana realizará el desplazamiento hacia Indonesia, para someterse a la supervisión y al tratamiento del equipo médico habitual del Mundial, dirigido por el italiano Claudio Costa. "Aún no sé si podré correr el domingo, porque lo más importante es que el dedo quede bien", explicó el piloto de Seva (Barcelona) poco después de despertarse de la anestesia. "Desde luego ha sido una pena, porque estaba muy esperanzado con el inicio de la temporada. De la caída sólo recuerdo que la moto me despidió desde atrás sin avisar".

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