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Un libro recopila los "flyers" que ha generado la música "tecno" en Barcelona

La cultura juvenil occidental de los noventa ha tenido como principal banda sonora la música electrónica y se ha caracterizado, entre otras cosas, por la interacción de las artes gráficas, sonoras y plásticas, la creación de una estética formada de retazos de imágenes de épocas anteriores, y buena parte del potencial creativo reunido en torno a las discotecas. Los clubes, cuyo máximo referente ha sido la figura del pinchadiscos, han sido en este sentido unos de los motores de la moderna creación. La cultura del club, nacida a principios de la década, ha tenido, como todas las nuevas corrientes, sus inicios subterráneos. Una de las maneras más rápidas, efectivas y económicas de hacer circular los acontecimientos relacionados con ella han sido los flyers, pequeñas octavillas informativas alrededor de las cuales se ha desarrollado toda una generación de diseñadores gráficos. Diseño en los noventa Barcelona ha sido una ciudad con una gran energía creativa en este campo. La editorial Actar ha decidido recoger la expresión tecno del diseño gráfico y publicar un libro que recoge la memoria visual de la cultura moderna de la Barcelona de los últimos años. La diseñadora gráfica Tite Barbuzza ha recopilado en Barcelona Club Flyers más de 500 flyers de 30 diseñadores que han trabajado principalmente en el área de influencia de Barcelona. Alguna excepción podría ser la discoteca Florida de Fraga, un referente de la música dance. Éste era un libro que había que hacer", asegura Tite Barbuzza, autora del libro. "En él se muestra la frescura con la que se ha desarrollado este tipo de creación, hecha casi siempre con medios precarios y con mucha prisa". Entre los creadores que muestran sus trabajos se encuentran Charly Brown, Javi Navarro, Sergio Ibáñez, Typerware y José Luis Salido. Las imágenes de los flyers están basadas en otras tomadas de diferentes soportes de la iconografía pop entendida en un sentido amplio. Una colección de cromos de Heidi, la portada de un disco sencillo en el que cantan al alimón Manolo Escobar y Concha Velasco, o imágenes tomadas de las series televisivas de éxito de los años sesenta pueden ser algunos elementos procesados en la realización de los flyers. En algunos casos, como signo identificativo de esta corriente gráfica, se encuentra la experimentación con la tipografía, disciplina que gracias al desarrollo de la informática ha vivido un especial despegue creativo en los últimos años. Esta modalidad de diseño gráfico también se ha desarrollado en las revistas de distribución gratuita. Yolanda Muelas, la directora de aB, Florida Dance Magazine y Micro, tres de estas publicaciones, es precisamente la autora de uno de los textos que incluye el libro. En la parte de reflexión escrita, además de Tite Barbuzza, colaboran Albert Masferrer, coeditor de la revista Disco 2000, y Joan Manuel Jubany, director de arte de la misma publicación.

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