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Del esfuerzo en las explicaciones a la melancolía del ministro

En diciembre de 1998, el ministro de Industria, Josep Piqué, compareció en el Congreso para dar cuenta del pacto alcanzado con las eléctricas. Tachó de "irresponsable" la actitud de la oposición por haber recurrido el pacto de los CTC al Tribunal Constitucional y trató de explicar la bondad del acuerdo. No convenció y dejó una frase para los titulares: "No sigo [explicando] porque los esfuerzos inútiles generan melancolía". El término que más ha utilizado Piqué para defender el pacto con las empresas de septiembre de 1998 ha sido "transparencia". La sencillez de esta expresión, puesta en duda por la Comisión Eléctrica mientras la dirigió Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se ha complicado, sin embargo, cada vez que Piqué se ha referido a las negociaciones con Bruselas en torno a los CTC. El pasado mes de febrero, cuando ya la Comisión Europea había opuesto objeciones a la tramitación de las ayudas como compensaciones, Piqué señalaba que "la Comisión Europea entiende que esa aproximación [los 1,3 billones de pesetas] puede ser correcta, y de ahí que el marco de la directiva del mercado interior de la electricidad acepte determinado procedimiento de comunicación, cosa que hemos hecho, y en paralelo se establece también la segunda vía, que es hacer la propia notificación en términos del Tratado de la Unión Europea, que es el que define si existen o no ayudas públicas"

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Tarifas

Complejidades técnicas al margen, Piqué sí admitió el pasado mes de marzo que si la Comisión Europea reduce significativamente las ayudas a las eléctricas los consumidores podrían beneficiarse y pagar menos. En este sentido, señaló que si se reduce la cifra "en buena lógica, repercutiría en algunos conceptos de la tarifa, lo que llevaría aparejada una rebaja adicional de la misma, de la que se beneficirían los consumidores". Ayer, Piqué siguió defendiendo el esquema argumental del Gobierno sobre las ayudas y aseguró que el Ejecutivo tiene "argumentos más que suficientes" para demostrar que los costes de transición no constituyen ayudas públicas. No obstante, aclaró que si finalmente Bruselas decide que sí lo son "no tienen por qué dejar de ser autorizadas (...) No hay ningún motivo para la inquietud", remachó.

Sobre la cuantía de las ayudas, 1,3 billones, dijo que el cálculo "está muy estudiado y muy analizado" y que es no sólo "prudente" sino inferior a lo que podría justificarse "en condiciones normales".

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