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La oposición de Melilla planea unirse para frenar al GIL en la sociedades municipales

La oposición en Melilla ya ha comenzado a moverse. El Partido Popular inició ayer mismo los contactos con las otras tres formaciones que se han quedado sin representación en el Gobierno para hacer valer su mayoría en los consejos de administración de las sociedades municipales e impedir que sean gestionadas o controladas por el Grupo Independiente Liberal (GIL). PP y Unión del Pueblo Melillense (UPM) coincidieron en sus críticas al Ejecutivo nombrado por el presidente Mustafa Aberchan. Ha pactado con el GIL "un reparto de la tarta del poder", dicen, y no un programa político. Las intrigas se suceden. Menos de 24 horas después de que Aberchan anunciara la composición de su Ejecutivo, que no tomará posesión hasta el lunes, los partidos de la oposición se pusieron en contacto para coordinar sus estrategias. "Es necesario acotar el poder del GIL y para ello vamos a utilizar y agotar todos los recursos administrativos y políticos que tengamos", advirtió el portavoz del PP, Ignacio Velázquez. También fue meridianamente claro en la exposición de sus intenciones el portavoz de UPM, Juan José Imbroda, quien anunció que "no habrá problemas" para que la oposición acuerde los nombramientos de los presidentes de las cuatro sociedades municipales. UPM y PP tendieron una mano la noche del pasado martes a Aberchan, cuando se bloquearon las negociaciones entre el partido de éste, Coalición por Melilla (CM), y el GIL. Ambos ofrecieron al presidente su apoyo para que se sometiera a una moción de confianza en la Asamblea y le informaron de que si rompía con el GIL estaban dispuestos a votarle para que mantuviera el cargo. De momento, la estrategia de la oposición se centrará en impedir que el GIL presida las empresas de la vivienda y el suelo (Emvismesa) y de promoción y empleo (Promesa). Su propuesta será que los consejos de administración tanto en estas empresas como en Inmusa (televisión local) y Remesa (incineradora de residuos) estén formados por nueve personas, de las que cinco serían designadas por la oposición y cuatro por la coalición de gobierno. Los dos partidos que han pactado el Ejecutivo disponen de 12 diputados en la Asamblea, frente a los 13 que suman las cuatro formaciones de la oposición. Tanto PP como UPM admitieron ayer que se dan las circunstancias para una moción de censura, aunque coincidieron en que aún no es el momento de plantearla. Aberchan mantiene en secreto la identidad de los cinco independientes que ha incluido en su Gobierno. El alcalde-presidente reconoció ayer que ofreció dos consejerías a los dimitidos concejales socialistas Román Dobaño y Malika Mohamed, que el pasado viernes renunciaron a su acta de diputados y que han sido apartados de militancia por votar la investidura de Aberchan e incumplir así el acuerdo que PSOE, PP, UPM y Partido Independiente de Melilla (PIM) habían alcanzado para proclamar presidente a Juan José Imbroda. Aberchan admitió que la invitación la hizo a través de terceras personas "próximas a ellos", pero que fue rechazada por "inconveniente e inoportuna". Dos de los consejeros independientes que formarán parte del Gobierno de Melilla son ex militantes socialistas.

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