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Aznar anuncia que España está dispuesta a asumir mayores responsabilidades en la defensa europea

El presidente del Gobierno, José María Aznar, abrió ayer un seminario conmemorativo del 50º aniversario de la OTAN afirmando que España "está dispuesta y tiene la obligación de asumir más responsabilidades" en la defensa europea y atlántica. Aznar dijo que el Ejecutivo tomará decisiones importantes en este sentido en un futuro próximo y que la profesionalización del Ejército tiene, entre otros objetivos, el de contribuir a reforzar la seguridad y defensa europeas. El presidente agregó que, aunque la reciente victoria en Kosovo ha demostrado la necesidad de mantener fuertes lazos transatlánticos, "Europa tiene que empezar a hacer seguridad, en vez de hablar de una seguridad que garantizan otros".

La Sala de Columnas del Congreso acogió ayer el seminario organizado por la Asociación Atlántica Española para celebrar el 50 aniversario de la Alianza. Aznar inauguró el ciclo de intervenciones, que clausurará hoy el secretario general de la OTAN y próximo portavoz de la política de seguridad y defensa de la Unión Europea (UE), Javier Solana. Federico Trillo, como presidente del Congreso, y Javier Rupérez, como presidente de la Asociación Atlántica Española, precedieron a Aznar para felicitarse del éxito histórico de la Alianza y rememorar su pequeña participación en el triunfo. Trillo recordó que, en 1981, cuando el Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo decidió la integración en la OTAN, él fue el autor del dictamen favorable al ingreso emitido por el Consejo de Estado. Rupérez, hoy diputado popular y presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, recordó que fue el portavoz parlamentario de UCD que defendió la entrada de España en la OTAN. Aznar no pudo sustraerse a la tentación del recuerdo y dijo que, en aquellos años, él era un "vecino pacífico" que desde el Ministerio de Hacienda "deseaba el ingreso de España en la OTAN". Tuvo la satisfacción, sin embargo, de participar en el triunfo de Kosovo y, hace tres meses, en la Cumbre Atlántica de Washington pudo ver cómo "cinco antiguos miembros del último Politburó del Partido Comunista soviético" asistían a la reunión del Consejo Euroatlántico, un foro de la OTAN en el que participan, como sala de espera, la mayoría de los Estados independientes tras la desaparición de la URSS. En la sesión de ayer también participaron los ministros de Exteriores, Abel Matutes, y Defensa, Eduardo Serra. Ambos constataron que Europa ha pasado de ser un continente dividido en dos bloques a ser un territorio con una sola alianza militar. La división que sufrió la propia sociedad española en 1981 a cuenta del ingreso en la OTAN, y que sólo se superó tras el referéndum de 1986, fue suscitada por el diputado José María Robles Fraga para criticar al principal partido de la oposición. Le respondió el socialista Rafael Estrella, que le recordó la abstención conservadora en el referéndum en una estrategia de "cuanto peor mejor". El único grupo político que declinó participar en el seminario fue IU, en protesta por el papel de la OTAN en la crisis de Kosovo. Su portavoz de Defensa, Willy Meyer, señaló que no quería participar en unas jornadas que parecen "actos festivos", cuando considera preocupante la deriva de la OTAN, no sólo por su papel en Kosovo, sino por su nuevo concepto estratégico y las misiones que se ha asignado.

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