Almunia sugiere a Izquierda Unida un pacto a la francesa antes de las elecciones

Por primera vez el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Joaquín Almunia, respondió ayer con cierta claridad a las propuestas del candidato de Izquierda Unida, Francisco Frutos, sobre las posibilidades de un acuerdo entre ambas fuerzas antes y después de las elecciones. Almunia, después de que Frutos la hubiera citado en varias ocasiones, propuso ayer la fórmula francesa como forma de instrumentar el pacto.El modelo francés, que llevó a la izquierda al Gobierno de ese país, consistió en un manifiesto, firmado por las fuerzas más importantes de la izquierda (socialistas, comunistas, verdes) en el que se comprometían a llevar a cabo un programa de mínimos si sumaban la fuerza necesaria para gobernar. Todos estos partidos acudieron por separado a las elecciones, y sólo después de haberlas ganado se unieron para formar Gobierno.

Almunia propuso ayer respetar la personalidad de cada cual, "sin cerrar ninguna casa", según sus palabras, y unirse en torno a unos compromisos. Es la primera respuesta concreta del PSOE a una idea que Frutos ha lanzado varias veces desde que fue elegido cabeza de lista de IU, en diciembre de 1999.

El líder del PSOE aprovechó un acto ante más de tres mil personas, con especial protagonismo de los jóvenes y en el que se dieron cita los candidatos socialistas al Congreso y al Senado en las elecciones del 12 de marzo, para citar en forma de propuesta esta experiencia de Gobierno de socialistas, comunistas, verdes y otras fuerzas de izquierda en el país vecino.

"Basta con mirar a Francia, para encontrar ya una buena solución, que está a nuestro alcance antes del 12 de marzo", afirmó. "Una solución que una a la izquierda plural y a todos los progresistas, respetando la propia personalidad de cada cual y en torno a unos compromisos", continuó. "No estoy proponiendo que otras casas se cierren para que se agrande la nuestra; estoy proponiendo que eliminemos ese río que separa dos orillas y por el que se pierden las voluntades progresistas".

¿Con quién?

IU se ha dedicado en las últimas semanas a preguntar al PSOE si, de poder elegir, pactaría con IU o con CiU, como hizo en 1993. Almunia eludió ayer la respuesta y formuló una contrapregunta: "Frutos me ha preguntado si le prefería a él o a Pujol. Ésa no es la pregunta; la pregunta es si él prefiere a Aznar o a Joaquín Almunia".

Estas consideraciones las hizo Almunia en su primer acto de campaña, al que asistió, sentado en la primera fila, el ex presidente del Gobierno Felipe González, cabeza de lista por Sevilla. "Quiero retomar el testigo de los gobiernos de Felipe González y cuento con él para la campaña porque es el mejor apoyo que un candidato puede tener", dijo Almunia, quien expresó su reconocimiento a los presidentes autonómicos socialistas y a los alcaldes que consiguieron la victoria el pasado 13 de junio. Entre el público se encontraba el secretario general de Nueva Izquierda, Diego López Garrido, que concurre con los socialistas a las elecciones bajo el rótulo PSOE-Progresistas.

Antes de hablar de la unidad de los progresistas, Almunia se dedicó a criticar en términos muy duros las privatizaciones de las empresas públicas para "amigos de Aznar" y con unos beneficios "indecorosos". El líder del PSOE afirmó solemnemente que, si gana las elecciones, "devolverá" a los españoles lo que ha sido fruto del patrimonio de todos. Concretó esta propuesta al prometer que reducirá en un 5% las tarifas de la luz e impedirá la subida del teléfono prevista para junio.

"El PP no ha privatizado para liberalizar, sino que se han apropiado de lo que era de todos; haremos que lo devuelvan porque lo de Aznar y sus amigos no es ambición, es voracidad, es rapiña, es una plaga de langosta que ha caído sobre el patrimonio público", concluyó.