Cerraduras que abren el futuro: TESA revolucionó la industria cerrajera cuando lanzó al mercado de los hoteles el sistema de la tarjeta magnética
Talleres de Escoriaza, SA, (TESA) es desde 1985 la empresa líder del mundo en el lanzamiento al mercado de productos nuevos de cerrajería, y en un alto porcentaje de los casos han dado en el clavo, asegura su responsable de Comunicación, Fernando García. Esta empresa radicada en Irún, aunque con tres sucursales más en España, una en México y otra en Estados Unidos, surgió en la posguerra de la agrupación de varias empresas. "Consiguiendo los materiales de donde podían, comenzaron a fabricar cierres para maletas de viaje y pasaron algunos años hasta que empezaron con las cerraduras para la construcción", asegura este directivo de TESA.La evolución de la compañía ha sido siempre al alza, merced al acierto que han obtenido en la mayoría de los productos que han colocado en el mercado, aunque el tirón principal sucedió cuando, a comienzos de los noventa, lanzaron la tarjeta magnética en los hoteles. Aquel éxito no ha desviado en ningún momento la orientación de la empresa, que compagina de forma armoniosa la fabricación de sistemas mecánicos de seguridad en ingentes cantidades con la labor investigadora en el campo de las cerraduras electrónicas.
TESA fue adquirida por la multinacional inglesa Williams, que se ha especializado en la cerrajería asumiendo a empresas como TESA, Yale, Lips y Unión, entre otras. En sus inicios, la empresa guipuzcoana importó de Estados Unidos una maquinaria provista de unos sistemas de embutición por agua que permitía fabricar los pomos de la puerta en una sola pieza. La venta de pomos es recordada hoy por Fernando García como un gran salto tecnológico, tan importante como fue después la cerradura de tarjetas magnéticas para hotel.
El aprovechamiento de la electrónica proporcionó un amplio campo para la investigación, que derivó en la fabricación de los primeros circuitos electrónicos aplicados a los sistemas mecánicos. Cuando en Europa se apostó por los microprocesadores introducidos en las partes mecánicas de la cerradura, TESA optó por la tarjeta magnética. Esta decisión fue clave en el desarrollo de la compañía, puesto que los hoteles incorporaron esta tecnología para la apertura de las habitaciones. "Hoy somos la primera o segunda empresa del mundo en fabricación de cerraduras de hotel", subraya García.
La tecnología y la experiencia adquirida en estos años de investigación permiten a TESA estar preparada para introducir en el mercado nuevos sistemas de cerraduras que se aplicarán en un futuro inmediato en edificios institucionales, fábricas, oficinas, como son los sistemas de control de accesos. Los sistemas actuales de apertura más utilizados son las tarjetas magnéticas (aplicado en hoteles) y las llaves mecánicas con sistemas electrónicos incorporados (útil para sistemas de control de accesos). La infraestructura necesaria para el mantenimiento y los servicios que necesitan estos dos sistemas son totalmente distintos, lo que condiciona inclusoi sus mercados de aplicación.
TESA produce hoy sistemas mecánicos y electrónicos a partes iguales, aunque el 55% de la facturación proviene de los últimos. Siguen produciendo millones de cilindros, tanto para llaves de sierra como para llaves planas. Una veintena de personas se dedica a la investigación de sistemas electrónicos y otros 15, para los mecánicos.
Los responsables de Talleres de Escoriaza, SA, aseguran que la vivienda no está todavía adaptada para admitir sofisticados sistemas de cierre y apertura de puertas. En edificios institucionales, por ejemplo, han instalado controles de acceso que dan entrada a una persona sin que ésta toque la cerradura y sin que exista ningún cable que conecte la puerta con un ordenador. Este sistema permite definir cuándo, cómo y a qué hora puede entrar una persona por esa puerta.
El futuro de las cerraduras está enfocado hacia el desarrollo de complejos sistemas de acceso, como la identificación por la huella del del dedo, por el iris del ojo o mediente el teclado de códigos. Fernando García anuncia que alguna de estas posibilidades será la triunfadora, aunque "la clave está en acertar cuál". "Las necesidades del mercado inclinarán la balanza en alguna de estas direcciones, por lo que la investigación debe estar centrada en todas las opciones", concluye.
La clave es "reducir el beneficio y producir más"
El secreto empresarial de TESA es básico y elemental: "Hemos reducido muchísimo nuestros márgenes de ganancia para lograr un tremendo abaratamiento de los productos". La competitividad en los mercados nacionales e internacionales se logra estableciendo precios muy ajustados que permite sacar grandes producciones al mercado.Así se explica que en la actualidad esta empresa irundarra esté vendiendo piezas de cerrajería "impensables". Sorprendentemente, una sección de TESA está fabricando "miles de puertas acorazadas para viviendas particulares". Fernando García explica que los constructores inmobiliarios están utilizando este argumento para excitar la venta de las viviendas. La puerta y el marco están construidos en acero en su totalidad, y después se forran con el material que desee el cliente. "En apariencia", añade, "es una puerta normal y su precio es muy poco superior a una puerta convencional de madera". La posibilidad de introducir en el mercado de la vivienda un gran número de estas puertas acorazadas permite a TESA abaratar su precio de venta, a costa claro está de reducir el beneficio final.
García asegura que hace diez años nadie imaginaba que una vivienda particular estuviera protegida por unos sistemas de seguridad electrónicos. En el futuro, las cerraduras de muchas casas estarán provistas de elementos electrónicos incorporados al sistema mecánico tradicional.
