La patronal francesa se niega a pagar su parte de las jubilaciones a los 60 años
La Medef, que es la mayor organización patronal de Francia, se niega a que las empresas sigan recolectando las cotizaciones destinadas a financiar el pago de pensiones a los trabajadores que se retiran a los 60 años. La patronal defiende, por el contrario, la necesidad de alargar el tiempo de cotización para tener derecho a pensión, dado el envejecimiento de la población por una esperanza de vida cada vez mayor. Esta medida de fuerza se produce cuando los sindicatos preparan una movilización para el próximo día 25, destinada a fortalecer el derecho de jubilarse a los 60 años.
Las cotizaciones son recogidas por la Asociación para la Estructura Financiera (ASF), organismo que paga las pensiones a los que se retiran a los 60 años. El 4 de febrero, fecha en que debe producirse la próxima aportación a ese organismo, la patronal no entregará el dinero que le corresponde y la entidad pagadora de pensiones habrá de vivir 'de sus reservas', según advirtió el vicepresidente de la Medef, Denis Kessler.
Todo trabajador tiene derecho en Francia a una pensión básica de jubilación y a otra complementaria, para la cual las cotizaciones son obligatorias. La ASF financia la retirada anticipada de los que desean poner fin a su vida laboral a los 60 años. Este organismo recoge las cotizaciones y alimenta a otras dos entidades, una dedicada a pagar las pensiones complementarias a los asalariados -que tiene más de nueve millones de pensionistas- y otra de cuadros directivos.
Todos estos organismos, teóricamente independientes del Estado, funcionan desde hace muchos años con presidencias rotatorias entre patronal y sindicatos.
Los sindicatos estallaron de ira al conocer el boicoteo de la Medef a las cotizaciones. 'Esto es un chantaje', dijo el secretario de la Confederación General de Trabajadores (CGT), próxima al Partido Comunista, mientras la CFDT, central sindical de inspiración cristiana, valoraba la necesidad de seguir negociando, pero sobre la base de considerar irrenunciable el derecho de retirarse a los 60 años. El sindicato de directivos, por su parte, ha sacado 'tarjeta roja' a la organización patronal.
Presión al Ejecutivo
La opción radical tomada por la Medef pone contra la pared al Gobierno de izquierda. Las provisiones acumuladas por el organismo que paga las pensiones complementarias le dan cierto tiempo para buscar soluciones, sin que el sistema sufra demasiado. Sin embargo, la inseguridad sobre las jubilaciones tiene malos efectos políticos. El primer secretario del Partido Socialista, François Hollande, ha pedido al Ejecutivo que se preparase a intervenir para garantizar las pensiones a partir de los 60 años, tras acusar a la Medef de 'no haber entendido que ya no estamos en un periodo de paro y de recesión, en que la relación de fuerzas favorecía a la patronal'.
Los sindicatos estiman que el sistema debe funcionar normalmente hasta el 31 de marzo. La patronal avisa de que sin un nuevo acuerdo general, los futuros pensionistas se arriesgan a ver reducida su pensión hasta el 20%. 'Ni pensarlo', contesta la ministra de Empleo y Solidaridad, Elisabeth Guigou, que multiplica sus llamamientos a la negociación.
