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Los fiscales del proceso de destitución del presidente filipino dimiten en bloque

El presidente de Filipinas, Joseph Estrada, se apuntó ayer una importante victoria en el juicio de destitución abierto contra él en el Senado. Los miembros de la Cámara alta, que actúan como jueces, rechazaron como prueba una cuenta bancaria supuestamente comprometedora para el ex actor cinematográfico. Los 11 abogados de la acusación decidieron dimitir en bloque por considerar que la decisión equivale a absolver al presidente. Miles de filipinos salieron a la calle para exigir la renuncia de Estrada.

Nadie en Manila tenía claro anoche qué consecuencias tendrá la renuncia de la acusación, ya que no hay precedentes de un juicio de destitución del presidente en la historia de Filipinas. 'Mañana (por hoy) todos vamos a ir a la Cámara de Representantes a dimitir', declaró el diputado Feliciano Belmonte, responsable de los fiscales. Todos los integrantes de la acusación son miembros de la Cámara baja filipina. El resultado de la votación en el Senado fue muy estrecho: 11 votos a 10. Algunos de los senadores partidarios de abrir el sobre con la cuenta bancaria del presidente abandonaron indignados la sala del juicio, mientras que otros rompieron a llorar. 'Es un voto de absolución vergonzoso', afirmó el acusador Joker Arroyo.

Miles de manifestantes se concentraron en las calles de Manila para protestar por la decisión del Senado. El arzobispo de Manila, cardenal Jaime Sin, encabezó la protesta y advirtió de la posibilidad de que estalle la violencia. 'Tengo miedo de que no seamos capaces de evitar un baño de sangre. Sabemos de corazón que el presidente es culpable', dijo Sin, quien se dirigió a la multitud en la misma avenida de Manila que sirvió como escenario a la revuelta contra el dictador Ferdinand Marcos en 1996. El propio Sin fue uno de los principales instigadores de aquel levantamiento popular, que obligó a la familia Marcos a exiliarse en Hawai.

Manifestación de protesta

Entre los asistentes a la protesta de anoche estaban la vicepresidenta filipina y rival política de Estrada, Gloria Macapagal Arroyo, y la ex presidenta Corazón Aquino. 'Siento pena por el pueblo filipino', dijo Aquino. 'Conseguimos recuperar nuestra democracia y ¿qué ha hecho Estrada con ella?'.

La intención de la acusación era que la cuenta corriente rechazada como prueba demostrase que Estrada posee un patrimonio mucho mayor del que declaró al ser elegido presidente, en 1999. Los fiscales tendrían que haber probado también que Estrada obtuvo ese dinero de manera ilegal y vincularlo con uno de los cuatro cargos que pesan contra él: corrupción, soborno, traición a la confianza del pueblo e incumplimiento de la Constitución. Por su parte, la defensa alegó que la existencia de ese dinero y esa cuenta no tenía relación con los delitos que se juzgan. Además, sostuvo que la acusación transgredió la ley de secretos bancarios para obtener la información.

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Hasta el momento, varias personas han acusado al mandatario y su esposa de acumular millones de dólares mediante sobornos y prácticas corruptas, pero los fiscales no han podido aportar pruebas materiales suficientes. Estrada mantiene su inocencia, pero asegura que aceptará, sea cual sea, la decisión final del Senado.

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