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Entrevista:MICHEL BARNIER | COMISARIO DE POLÍTICA REGIONAL DE LA UE

'No quiero que la ampliación penalice a algunas regiones españolas'

Ángeles Espinosa

En su afán de promover el diálogo sobre Europa y explicar ese proyecto común a sus ciudadanos, llegó ayer a España Michel Barnier, el comisario de Política Regional de la UE y responsable de la reforma de las instituciones. Barnier, de 50 años, se reunió por la mañana con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y por la tarde con un centenar de universitarios gallegos. Entre una y otra cita recibió a EL PAÍS. 'No quiero que se penalice injustamente a algunas regiones españolas por un simple efecto mecánico tras las nuevas adhesiones', aseguró en tono tranquilizador.

Pregunta. En tanto que comisario de Política Regional, ¿qué opina de la polémica suscitada por la petición española para que no cesen las ayudas regionales a causa de la ampliación?

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Respuesta. Para mí, no hay polémica, sino un debate que yo mismo he abierto y que voy a dirigir durante un año y medio o dos. Precisamente, el 21 y el 22 de mayo voy a reunir a 1.500 responsables de todas las regiones europeas, incluidas las del Este, para analizar el resultado de la política de cohesión y su futuro. Me ha alegrado mucho que el Gobierno español, bajo el impulso del presidente Aznar, tome parte en este debate.

P. Sin embargo, Alemania se opone a la pretensión española...

R. No, lo que sucede es que en Alemania, y lo he hablado esta mañana con Ramón de Miguel y los responsables del Gobierno español, habían entendido que se vinculaba a las negociaciones de ampliación. Creo que España ha confirmado su postura muy favorable a la ampliación y está en una buena situación para valorar la importancia de ésta. Hemos logrado un éxito con España y Portugal en la ampliación al Sur. Por ello es importante su apoyo a la ampliación al Este y de ahí tal vez la sensación de que vinculaba una cosa con otra. Pero hay una diferencia entre la política común que va a aplicarse a partir de 2006 y las negociaciones de ampliación que deben estar concluidas en 2002 o 2003. Lo que valoro es que se produzca el debate. Alemania va a presentar su punto de vista, que seguramente no será el mismo que el de España, Francia o Suecia, y es absolutamente legítimo que el Gobierno español se exprese de forma constructiva.

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P. Esa ampliación va tener un coste. ¿De qué forma se va a financiar?

R. Por supuesto que tendrá un coste, pero lo importante es que nos dotemos de los medios para que la ampliación sea un éxito. Vamos a doblar el número de países. Vamos a pasar de 15 a 30 bastante deprisa. Este compromiso político y estratégico exige un compromiso financiero. Hará falta que los jefes de Estado y de Gobierno se doten de los medios para que sea un éxito (para los fondos estructurales, para la política agrícola común...). Pero comencemos por probar que la política regional ha dado sus frutos, que ha sido útil, necesaria para España, para Portugal, para Irlanda, para Grecia e incluso para otras regiones como las del este alemán. La política de cohesión regional ha dado sus frutos. Se debe mantener. Hemos probado que es útil para la gente, para su calidad de vida, para la lucha contra el paro; y en una Europa en la que habrá más disparidades, será más necesaria.

P. La Comisión estudia cuatro alternativas para mantenerla. ¿Cuál es la opción que usted prefiere?

R. Estoy abierto a todas las opciones, entre ellas la que propone España de dos umbrales diferentes [para los Quince y para las nuevas adhesiones]. Mi elección personal sería mantener el actual umbral del 75% con un periodo largo de transición. Sea como sea, tenemos que encontrar una solución económica, financiera y políticamente correcta para las regiones afectadas por la ampliación, entre ellas las españolas.

P. Usted defiende la participación de los ciudadanos en la construcción de Europa. ¿De qué forma?

R. Construyendo Europa para los ciudadanos y con los ciudadanos también. No hablamos ya de política exterior, sino de la moneda única, la agricultura, las regiones, el medio ambiente. Son asuntos de la vida cotidiana de los españoles, de los europeos. Hay que hacer un esfuerzo colectivo para explicar lo que se hace en Bruselas o en Estrasburgo, organizar debates públicos. Internet también puede ayudar [http://europa.eu.int/futurum/index]. Hay que romper las distancias y dirigirse hacia una democracia europea.

P. Y para ello, ¿prefiere una federación europea o una unión de Estados europeos?

R. No me da miedo la palabra federación si significa que se establece claramente cuáles son las responsabilidades de la autoridad europea y de los Estados nacionales. Yo lucho por una Europa unida, no por una Europa unificada. Una federación de naciones unidas de Europa debe reconocer el hecho nacional, tal vez para luchar contra el nacionalismo o el lado malo del nacionalismo.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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