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60ª FERIA DEL LIBRO DE MADRID

Andrés Sánchez Robayna defiende su obra como una búsqueda del sentimiento sagrado

El escritor canario reúne en un libro lo más relevante de su poesía de las últimas tres décadas

José Andrés Rojo

Fue Antonio Gómez Ramos, profesor de Filosofía en la Universidad Carlos III, el encargado de presentar la obra de Andrés Sánchez Robayna en un hotel madrileño. La escritura del poeta canario, a lo largo de toda su trayectoria, ha sido en buena medida una apuesta por acercarse a ese lugar donde la palabra conquista una suerte de conocimiento radical, una revelación, una 'iluminación profana' (en palabras de Walter Benjamin). De ahí que fuera un filósofo el convocado para desvelar las raíces profundas del desafío poético de Sánchez Robayna. Un desafío que comparte con la filosofía su vocación por comprender lo más recóndito, lo que 'aparece bajo la esencial condición de un enigma', como escribe Robayna.

Antonio Gómez Ramos eligió el título de uno de los poemas del autor canario para acercarse a su obra. Dice así: 'El sentido del poema ha de ser destruido'. Y, luego, todo su desarrollo, verso a verso, no es otra cosa que el estallido de las palabras en mil direcciones diferentes. No hay, pues, sentido; el poema no busca significados concretos. El poema es. Gómez Ramos utilizó términos como ausencia o vaciamiento, y señaló que se trata de una obra que está recorrida por un hilo invisible, el del aprendizaje y la búsqueda. Es el poema mismo el que destruye cualquier sentido, explicó Gómez Ramos, y es que 'nos deja sin sentido, nos deja anonadados'.

Desde el primer libro

Tres décadas de poesía en un único libro. Sánchez Robayna confesó haber empezado a escribir poemas a los 12 años, pero el primero de los incluidos en esta antología pertenece a su primer libro, Día de aire, que publicó a los 17. Desde entonces no ha parado. Vinieron después Clima (1978), Tinta (1981) o La roca (1984), y otros títulos hasta llegar a los más recientes, Sobre una piedra extrema (1995) e Inscripciones (1999). Sánchez Robayna ha escrito también varios libros en colaboración con pintores como Vicente Rojo, Roberto Cabot, Denis Long o Albert Ràfols-Casamada. En Galaxia Gutenberg realizó una antología de la obra de José Ángel Valente, y ha trabajado también, para la misma editorial, en la ambiciosa antología Las ínsulas extrañas, que recoge una selección de los últimos 50 años de poesía en lengua española y en la que también han intervenido Valente (hasta su muerte) y los poetas Blanca Varela y Eduardo Milán. Catedrático de Literatura Española en la Universidad de La Laguna, Robayna ha vivido largas temporadas fuera de España, ha fundado distintas revistas y ha participado en diferentes iniciativas relacionadas con el arte y la poesía. Ha traducido, entre otros, a Wallace Stevens, William Wordsworth, Salvador Espriu, Joan Brossa o Haroldo de Campos.

El editor de Galaxia Gutenberg, Hans Meinke, celebró ayer la presencia de Sánchez Robayna en la prestigiosa colección de poesía del sello que dirige. Pero también hubo tiempo para la polémica. El escritor canario reconoció sentirse mucho más próximo a algunos poetas latinoamericanos, como Octavio Paz o José Lezama Lima, que 'a los españoles de mi tiempo'. Dijo que muchos de estos últimos se habían dedicado a imitar, 'como si se tratara de autores de la talla de Shakespeare', a muchos nombres menores, 'como Fernando Fortún, Manuel Machado o César González Ruano'. 'No han tenido la responsabilidad de saber heredar el gran legado de la poesía española, y esto termina por conducir a una regresión que no hace justicia a lo mejor de nuestra tradición'.

La entidad del lenguaje

Más allá de afirmaciones de este tenor, a veces da la impresión de que el mundo de la poesía española es un terreno sembrado de minas. Sánchez Robayna, según algunos críticos, forma parte de una corriente que, a falta de una palabra mejor, podía englobarse bajo el término 'metafísica'. Del otro lado están los llamados 'poetas de la experiencia'.

Embarcados unos y otros en desafíos diferentes, reclaman maestros distintos y practican a su manera el arte de poner una palabra detrás de otra. Ayer en Madrid, distintas convocatorias daban el protagonismo a la poesía. Un género, teóricamente de minorías, que cada vez conquista un público mayor y que es muy exigente. La apuesta de Sánchez Robayna es que 'el lenguaje tenga la misma entidad física que el mundo natural', según dijo ayer. Para hacerlo, su palabra se ha acercado al sentimiento de lo sagrado. Ahí están sus versos para dar cuenta de su aventura.

Andrés Sánchez Robayna, ayer en Madrid.
Andrés Sánchez Robayna, ayer en Madrid.MIGUEL GENER
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Sobre la firma

José Andrés Rojo
Redactor jefe de Opinión. En 1992 empezó en Babelia, estuvo después al frente de Libros, luego pasó a Cultura. Ha publicado ‘Hotel Madrid’ (FCE, 1988), ‘Vicente Rojo. Retrato de un general republicano’ (Tusquets, 2006; Premio Comillas) y la novela ‘Camino a Trinidad’ (Pre-Textos, 2017). Llevó el blog ‘El rincón del distraído’ entre 2007 y 2014.

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