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Crónica:FERIA DE SAN ISIDRO | LA LIDIA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Jesús Millán debuta en San Isidro mes y medio después de su confirmación

En poco tiempo, Jesús Millán ha conseguido completar un par de sueños: ser el primer triunfador del año, gracias a la temprana feria de Castellón, y confirmar la alternativa en Las Ventas. Esto último ocurrió el pasado 8 de abril, Domingo de Resurrección, en la que fue la primera corrida de toros de la temporada en Las Ventas. Hoy se enfrenta a un tercer sueño: debutar en San Isidro como matador de toros.

'Esta vez todo tiene que ser diferente', dice de forma enigmática. Este zaragozano, que reside en la localidad madrileña de Colmenar Viejo desde que decidiera dedicarse a esto de los toros con apenas 16 años, se refiere a su debú en la Feria de San Isidro cuando aún era novillero. Entonces, hace dos temporadas, el ahora matador de 22 años se dio de bruces ante la más dura realidad. De todas las esperanzas con las que se presentó en el ruedo, al final de la corrida no quedaron ni las cenizas. 'Lo pasé fatal. Sin duda fue mi peor momento. Me ataqué de responsabilidad y no hubo manera', recuerda.

Ahora todo es diferente; tras aquella novillada, salió por la puerta grande en Zaragoza y Valencia y, de este modo, recuperó el crédito perdido. Tomó la alternativa de manos de Enrique Ponce el 12 de octubre de 1999 en Zaragoza. Desde entonces, cerca de 30 corridas, el triunfo en Castellón y un regreso con el ambiente bien dispuesto a Las Ventas. 'Así suena todo muy bien. Es más, creo que no haber estado en San Isidro del año pasado me ha venido bien. Incluso el fracaso de novillero me vino bien. Aprendí mucho y me dio tiempo a reflexionar. Eso sí, los llantos del año pasado no hay quien me los quite', comenta de tirón y sin detenerse en más detalles.

La corrida que le espera hoy es de las que hasta hace poco no admitían más dueño que las figuras. El hierro de Alcurrucén, propiedad de los empresarios de Madrid, colecciona todas las virtudes del éxito: 'Es encaste Núñez y deja torear. Igual te sale el toro de calidad que permite que te luzcas, que el difícil que llega con facilidad a los tendidos'. Dicho lo cual, reflexiona unos segundos y añade: 'O las dos cosas, que es lo que toca hacer en Madrid'.

Cuando el aragonés cumpla con el paseíllo, el camino que él recorra ya lo habrán pisado más de la mitad de los matadores de la feria. 'Pocos años se pueden recordar que hayan pasado tantas cosas y tantos triunfos como en este San Isidro', comenta, y la conversación se salpica con los nombres de Rafael de Julia, Eugenio de Mora o Morante de la Puebla. 'Se han visto muchas cosas interesantes y lo único que espero es estar a la altura', agrega por aquello de cumplir con el protocolo.

'Lo que está claro es que ya no cargo con la presión de mi debú como novillero. He pasado por un momento muy bajo y eso me ha servido para reflexionar', dice, y concluye: 'He madurado y sé a qué atenerme. Además, aunque muchas cosas dependen de lo que pase en Las Ventas, ya tengo muchas ferias firmadas esta temporada. Hay que hacerlo bien, pero no todo depende de ello. Estoy tranquilo'.

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