Yo, combatiente
Quisiera hacerme eco del excelente y necesario artículo Aprendiz de combatiente, publicado en este periódico (21-5-01). Con él, Ferran Sales, su autor, corresponsal de EL PAÍS en Oriente Próximo, traza la crónica desesperada de la vida actual del pequeño de nueve años Hosam al Chaar, refugiado palestino en el campo de Rafah, al sur de la franja de Gaza. La fuerza del sobrio relato del periodista consigue que casi podamos, por unos instantes, ponernos en la piel de ese pobre muchacho que encarna al miedo, a la pobreza, a la injusticia y a la incomprensión en que vive sumido él y todo su pueblo. Cuando el periodista le pregunta a Hosam qué quiere ser de mayor, el niño no duda en contestar: 'Yo, combatiente'. Y es que ésta debe ser la única respuesta posible ante tal barbarie, ante la fuerza bruta e incontestable de Sharon y de sus F-16. Todos deberíamos, de algún modo, reaccionar como él, como sus hermanos mayores, para combatir ese horror, para conseguir algo de paz y de justicia: 'bienes' cada vez más inaccesibles para los desheredados del mundo, porque ni siquiera parecen formar parte ya de los derechos humanos.