Aznar augura que el PNV resucitará el Pacto de Estella para "echar abajo el Estado"

José María Aznar respondió ayer con firmeza a los que le reclaman que inicie ya en el País Vasco un proceso de paz similar al de Irlanda. Recordó que esa negociación, con una amnistía total de presos y un traspaso autonómico sin precedentes, empezó en Euskadi en 1977. El jefe del Gobierno acusó al PNV de no querer la derrota de ETA y buscar una 'concertación entre todos los nacionalistas' como el Pacto de Estella para obtener ventajas y 'echar abajo el edificio del Estado'. Aznar afirmó que Batasuna estará en la lista de organizaciones terroristas perseguidas por la UE.

El presidente del Gobierno dedicó ayer 15 minutos de su discurso en una convención del PP en Castilla-La Mancha, celebrada en Toledo para proyectar la candidatura autonómica de gobierno de Agustín Conde para mayo de 2003, a exponer sus criterios sobre los distintos escenarios abiertos tras los atentados terroristas del 11 de septiembre contra EEUU. Aznar afirmó que el proceso de revisión en marcha es el más importante después de la Segunda Guerra Mundial.

El líder del PP destacó el papel de España en el nuevo contexto internacional por su acreditada experiencia en la lucha muchas veces en solitario frente al terror de ETA. Aznar aludió indirectamente al ex obispo de San Sebastián, Monseñor Setién, y a algunos dirigentes nacionalistas vascos que son capaces de distinguir entre los atentados contra Nueva York y Washington y los tiros en la nuca en Euskadi, relacionando estos últimos con un supuesto conflicto político. Aznar reiteró que frente a los terrorismos 'no se puede negociar nada' y simplemente 'hay que derrotarlos' con los instrumentos del el Estado de Derecho.

El dirigente del PP insistió en que ser tolerante con esa lacra conduce al 'suicidio' y sólo admitió una solución: 'Hay que vencerles, porque el único designio de los fanáticos y asesinos es asesinar y excluir a los que no piensan como ellos'. Y agregó que son ellos los que no pueden soportar las sociedades abiertas, libres y tolerantes.

El presidente despachó así a ETA como 'el último reducto, el más fanático, el más cruel y el más estúpido de Europa'. Y concluyó que los que buscan tantas justificaciones lo que en realidad ocultan es que 'no quieren la derrota del terrorismo porque lo que quieren es buscar ventajas para no sé qué conflicto o historias'. El jefe de Gobierno insistió en que su objetivo es vencer al terrorismo 'porque si no sería la rendición y la sentencia de la democracia'.

Sin citar al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, ni al lehendakari Juan José Ibarretxe, les criticó implícitamente cuando arremetió contra los que se empeñan en poner en riesgo la Constitución y el Estatuto y 'quieren llevar a piñón fijo al País Vasco al precipicio'. Algo que, subrayó, él no consentirá.

En ese contexto, Aznar destacó la impronta dejada en todo el mundo por cómo se afrontó la transición democrática en España y rebatió que tenga algo que ver el proceso de paz en Irlanda con lo que ocurre en Euskadi, porque allí 'no tienen nada y aquí lo tienen todo'.

El presidente no entiende cómo pueden demandarle que impulse un camino similar en el País Vasco cuando esa senda se inició en 1978 con unos traspasos de competencias sin igual en Europa y con una amnistía en 1977 'con la que salió de prisión todo el mundo'.

Suspensión de la autonomía

Aznar considera que es Irlanda la que se tiene que fijar en el País Vasco y refrescó algunas peculiaridades para subrayar las diferencias entre ambos casos. El presidente destacó que el Gobierno británico tiene un ministro especial para Irlanda del Norte y aludió al titular español de Administraciones Públicas, Jesús Posada, presente ayer en el auditorio de la Caja de Ahorros de Toledo, para hacer caricatura de algunas sugerencias que se le plantean. Recordó que en en Irlanda del Norte se ha llegado a suspender la autonomía y sus instituciones hasta la entrega de las armas del IRA y se preguntó si se le puede estar pidiendo que tenga el mismo comportamiento.

El presidente se mostró cansado de escuchar amenazas y pronosticó que ahora el siguiente paso que se verá de los responsables del Ejecutivo vasco y del PNV será 'volver a buscar la concertación total con el mundo del nacionalismo radical para echar abajo el edificio del Estado'. Una referencia nítida a una presunta reedición del fenecido Pacto de Estella. 'Lo van a intentar', recalcó.

Aznar se adentró en ese campo de los pronósticos para asegurar a continuación que la Unión Europea está dando 'saltos enormes' en la lucha antiterrorista aunque 'a algunos les tiemblen las piernas' o les ha entrado 'un tembleque enorme', en referencia implícita a determinadas prevenciones legalistas del PSOE sobre ese tema, cuando se ha planteado la pretensión de incluir a determinadas organizaciones políticas y sociales que apoyan a ETA en el listado de colectivos a perseguir desde la Unión Europea. Aznar vaticinó que sin duda organizaciones como Batasuna, 'y los que tengan que estar, estarán en esa lista'.

El líder del PP no desperdició el acto partidista que protagonizaba ante más de 1.000 personas para relacionar sus posiciones de firmeza en la lucha contra ETA con los éxitos en las urnas de los candidatos populares.

Aznar argumentó así que tanto su triunfo en las generales de marzo de 2000 como el resultado obtnenido por Jaime Mayor Oreja en los comicios vascos, como también el récord de Manuel Fraga en Galicia, tienen mucho que ver 'con que la gente confía' en el PP y sus líderes 'como garantía de estabilidad, seguridad y no de confusión'.