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Baxter dice que es "habitual" reparar filtros y comercializarlos

La delegada de ventas de la empresa declara ante el juzgado por la muerte de pacientes renales

Es 'habitual y común' que los filtros de hemodiálisis en los que se detectan fugas sean sometidos a un proceso de sellado y se devuelvan al mercado tras pasar nuevos controles de calidad. Así lo apuntó ayer Alfonso Trallero, abogado de la empresa de productos sanitarios Baxter, tras la declaración de Nieves García, delegada de ventas de la firma, que declaró ayer ante el juzgado que investiga la muerte de seis pacientes renales tras una sesión de hemodiálisis entre los días 21 y 29 de agosto en la Clínica Virgen del Consuelo, todos ellos tratados con filtros de la empresa.

Trallero admitió que a los filtros del lote que se empleó en los pacientes fallecidos se les detectaron fugas en un primer control y que, tras ser selladas y nuevamente analizadas, se comercializaron. Tras estas últimas pruebas 'se comprobó' que los dializadores 'eran perfectamente utilizables por parte de los pacientes', apuntó. El abogado reconoció que la letra P, presente en la identificación del lote que se envió a la clínica Valenciana, pero también al hospital La Princesa de Madrid -donde también fallecieron pacientes tras ser dializados- y en el hospital Clínic de Barcelona, significa que los dializadores fueron reparados tras no pasar un primer control de calidad y, posteriormente, se pusieron en el mercado. El letrado dijo que esta práctica 'no es algo excepcional' y sostuvo que no hay relación entre las muertes y los filtros. Así, este abogado, que defiende a otros trabajadores de Baxter imputados que prestarán declaración en los próximos días, apuntó que la multinacional 'sigue investigando' los hechos. 'Entendemos que [la muerte de los enfermos renales] se va a aclarar sin ningún tipo de responsabilidad por parte del laboratorio y de las personas a las que se pretende imputar', apuntó.

El letrado aseguró que Baxter, a través de un informe interno, fue 'el primero en advertir que debía inmovilizarse cautelarmente ese lote de dializadores' a pesar, insistió, de que 'no se haya establecido la relación causa efecto entre los dializadores y los fallecimientos', por lo que tachó de 'cautelar' la medida.

La delegada de ventas de Baxter señaló ante la juez que el día 29, fecha en la que fallecieron tres enfermos en una misma sesión de hemodiálisis, acudió a la clínica 'porque se lo dijeron' en la empresa, según apuntaron fuentes judiciales. De acuerdo con las indicaciones de Baxter, recogió dializadores para su posterior análisis que fueron devueltos a la Consejería de Sanidad cuando ésta se lo requirió a la empresa, al apercibir que faltaban filtros.

Los abogados personados en la causa se interesaron durante la declaración de la responsable de la empresa del organigrama, las funciones y el protocolo de actuación que sigue la multinacional estadounidense en casos de este tipo, además de determinar 'qué directivos sabían qué cosas' en relación con la muerte de estos pacientes.

El próximo viernes está prevista la declaración como imputados del supervisor de hemodiálisis del servicio técnico de Baxter, José Ismael Montero, y el director técnico farmacéutico, José Luis Moreno. Los abogados de las acusaciones, esperan que el juzgado de instrucción de Madrid también comience a practicar diligencias, después de que tres familias de enfermos renales fallecidos en el hospital La Princesa tras someterse a una sesión de hemodiálisis hayan acudido al los tribunales para que determine la causa de las muertes.

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