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La venta de la división de TV por satélite a Ergen asesta un golpe al plan de Murdoch

Rupert Murdoch, el magnate mundial de la comunicación, ha perdido la ansiada oportunidad de entrar en el mercado norteamericano de la televisión por satélite ante un empresario, Charlie Ergen, que empezó hace 21 años en el negocio vendiendo equipos de televisión junto a su mujer y un amigo. General Motors ha decidido vender su división de satélite, Hughes Electronics, a EchoStar Communications, la compañía de Ergen, por 28.500 millones de dólares.

La operación crea un gigante de 16,7 millones de abonados que controlará el 90% de la televisión por satélite en Estados Unidos, lo que suscitará los recelos de quienes combaten los monopolios.

Murdoch llevaba año y medio negociando con General Motors la adquisición de Hughes Electronics, propietaria de Direct TV, el primer proveedor de televisión por satélite en Estados Unidos, con 10,3 millones de abonados. General Motors quiere centrarse en el negocio del automóvil tras casi dos décadas poco satisfactorias de diversificación, de las que Hughes Electronics era el más importante resto.

La adquisición de Direct TV era una ambición de Murdoch, que con ella creaba la tercera pata de un imperio que ya controla el mercado por satélite en el Reino Unido y en Asia. La propiedad de Direct TV consolidaría la presencia de Murdoch en casi todos los hogares norteamericanos, en los que ya entra con la cadena Fox y el canal de noticias por cable Fox News, además de con la propiedad de algunos rotativos.

La oferta de Murdoch, más sustanciosa económicamente que la de Ergen, entró como favorita en la reunión del sábado del Consejo de GM. La discusión se alargó durante horas y poco a poco fue adquiriendo credibilidad la propuesta de Ergen, mucho menos compleja en sus aspectos financieros.

Ergen, además, se comprometió a adquirir por 5.000 millones de dólares PanAmSat, un proveedor de servicios por satélite controlado por Hughes, aun en el caso de que el acuerdo sea rechazado por las autoridades antimonopolio. Murdoch impuso un límite de tiempo al Consejo de GM para decidir, pasado el cual retiró su oferta. La vía quedó expedita para Ergen, propietario hasta ahora de la segunda televisión por cable del país, con 6,4 millones de abonados.

La operación ahora acordada va a suscitar las reservas del Capitolio, donde ya en días anteriores se oyeron voces que advertían contra la creación de un monopolio de esta envergadura.

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