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Londres introduce un DNI para refugiados y abre campos de acogida

El Gobierno flexibiliza los requisitos para trabajar en informática, agricultura y construcción

El ministro del Interior, David Blunkett, presentó ayer una reforma radical de la política de asilo e inmigración en el Reino Unido que ha tenido la rara virtud de recibir apoyos tanto desde la derecha como desde la izquierda. Entre las propuestas figuran la creación de campos de acogida, la implantación de una especie de DNI para los demandantes de asilo, la eliminación de un polémico sistema de vales para adquirir comida y ropa y la flexibilización de los requisitos para obtener un permiso de trabajo en informática, agricultura, hostelería y construcción.

No todas las propuestas gustan a la izquierda social. La creación de los campos de refugiados tiene el apoyo de los sindicatos y del Partido Conservador, pero no de los grupos de defensa de los derechos humanos. Es, desde que se creó el primer campo de seguridad, en Oakington (Cambridgeshire), un tema polémico.

Los tribunales fallaron a principios de septiembre contra el Gobierno una denuncia presentada por tres inmigrantes y declararon fuera de la ley que pudieran estar retenidos sin estar acusados de ningún delito, a la espera de que el Gobierno decida si les da asilo. Pero el Ejecutivo ganó hace unos días su recurso al admitir el juez que la retención por unos días era una medida proporcionada.

Ahora el ministro del Interior ha propuesto ampliar de 2.800 a 4.000 las plazas previstas. Una decisión apoyada por las organizaciones caritativas, que consideran que los demandantes están así mejor atendidos. Y por los tories, que creen que es la única manera de controlar a los demandantes de asilo y expulsarles si su petición es rechazada. En 1999, algo más de 13.000 peticiones fueron rechazadas, pero sólo fueron deportados 7.650.

Supresión de los vales

La propuesta mejor acogida ha sido la supresión del sistema de vales que permitía a cada demandante adquirir comida o ropa. El sistema, implantado en 1999, estigmatizaba a los demandantes de asilo, y así lo ha reconocido ahora el Gobierno, que los sustituirá por entregas de pequeñas cantidades de dinero en efectivo. Pero los beneficiarios recibirán una especie de DNI para reducir el fraude en el sistema de asilo.

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La reforma quiere sobre todo darle la vuelta al sistema actual. Y pretende hacerlo con la filosofía de que la puerta de entrada al mundo laboral británico va a ser más fácil, pero también la puerta de salida del país, de manera que no pidan asilo quienes sólo necesitan trabajo. Los actuales requisitos para obtener trabajo se van a flexibilizar mediante la creación de un modelo inspirado en la carta verde imperante en Estados Unidos.

Se trata de facilitar la entrada de nuevos trabajadores no sólo en el sector de las nuevas tecnologías, donde se estima que hacen falta 2.000 informáticos de alto nivel pese a la crisis que atraviesan las empresas de ese sector. También en sectores menos cualificados: unas 15.000 plazas en agricultura, 15.000 en servicios de catering y hoteles y 6.000 en la construcción. También se abrirán las puertas a entre 5.000 y 10.000 temporeros con contratos a corto plazo.

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