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Los ciudadanos no traducen en acciones su preocupación por el medio ambiente

La mitad de las empresas no es consciente de la contaminación que provocan con su actividad

El País

La sociedad vasca cada vez está más preocupada por el medio ambiente, pero su grado de compromiso con el entorno es mínimo, según revela un estudio del Gobierno vasco. La mitad de la población piensa que se debe primar el cuidado del medio ambiente frente al crecimiento económico, pero ese mismo porcentaje reconoce también que no está informado sobre esta materia y que no tiene en cuenta este factor en sus hábitos de consumo. Es decir, los ciudadanos se fijan a la hora de comprar productos sobre todo en su precio, sin reparar en sus efectos medioambientales.

Esta aparente contradicción es una de las conclusiones aportadas por el Ecobarómetro Social 2001, una encuesta realizada por el Departamento de Medio Ambiente a 2000 personas de 15 años en adelante de la comunidad autónoma para conocer el grado de sensibilización de la sociedad vasca sobre su entorno. Este este estudio, junto a otro elaborado con las empresas y publicada el año pasado, ha permitido al departamento elaborar un diagnóstico sobre el medio natural que ha incluido en el Programa Marco Ambiental de Euskadi 2000-2012, que es la base de la defensa del medio ambiente en esta década.

Este es el segundo diagnóstico, tras el efectuado en 1998. El compromiso del Gobierno es realizar uno cada tres años. El consejero de Medio Ambiente, Sabin Intxaurraga, presentó ayer este trabajo junto a su viceconsejera, Esther Larrañaga. Según Intxaurraga, la conclusión general es que en los últimos años la percepción social sobre la importancia de preservar el medio ambiente ha crecido, pero aún queda mucho camino por recorrer. 'Es preciso incorporar el medio ambiente en las políticas sectoriales más relevantes, como transporte, energía, consumo, industria y agricultura. Hay que lograr que el crecimiento económico se produzca de una manera sostenible', recalcó el consejero.

En general, se puede observar cómo las sociedades post-industriales como la vasca cambian su forma de presionar sobre el medio ambiente. Si antes esta presión se percibía físicamente, mediante densos humos asociados a la industria, ahora la contaminación es menos visible exteriormente y esta ligada al modelo de consumo.

La viceconsejera Larrañaga reconoció que es una contradicción que aumente la inquietud de los ciudadanos por su entorno, pero que en su práctica diaria no lo demuestren. Se explica porque, a corto plazo, el medio ambiente ocupa el puesto séptimo en la clasificación de preocupaciones de los vascos (por detrás del paro, terrorismo, normalización política). Sin embargo, cuando se les pregunta por el futuro, el medio ambiente aparece en tercera posición. 'Sólo tres de cada diez ciudadanos se muestra preocupado por los problemas ambientales', señala Larrañaga.

Aunque la industria es uno de los sectores que más ha avanzado en la adopción de medidas para proteger el medio ambiente, la encuesta refleja que el 45% de las empresas no es consciente de que su forma de producción tiene impactos ambientales negativos. Seis de cada diez carecen de información en este campo. Entretanto sigue aumentando el consumo total de energía en la comunidad autónoma, con lo que ello conlleva de contaminación.

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Tren de alta velocidadEl sector del transporte es el más amenazas plantea al medio ambiente. El 67% del transporte de mercancías en Euskadi se realiza por carretera, frente al 44% de media de la Unión Europea (UE). Sólo un 2% de las mercancías va en tren, un medio menos contaminante.

'Hay que luchar contra el uso generalizado del coche y promover el uso del transporte público', señaló Intxaurraga.Precisamente, el futuro trazado ferroviario en alta velocidad, que facilitará la conexión de Euskadi con Europa, es una de las infraestrusturas más contestadas por los colectivos ecologistas por el importante impacto medioambiental que puede provocar. Intxaurraga defendió su construcción, aunque anunció que se realizará con el menor impacto posible.

El liderazgo de la Administración en la implantación de políticas ambientales avanzadas en todos los campos y frente a todos los agentes es el objetivo del departamento. Entre las prioridades que se ha fijado para los próximos años figura la defensa de la calidad de las aguas continentales y litorales, la gestión de los residuos y mejorar la calidad del aire y del medio ambiente urbano.

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