Milosevic acusa al Tribunal de La Haya de incitación al terrorismo en Serbia

Slobodan Milosevic acusó ayer al Tribunal Internacional Penal para la antigua Yugoslavia de incitar el terrorismo en su país. 'Este juicio tiene un impacto directo en el sur de Serbia. Los terroristas albanokosovares están cometiendo en los últimos días las mismas barbaridades que ya hicieron en Kosovo', advirtió el ex dictador yugoslavo en una nueva comparencia ante el órgano judicial de Naciones Unidas creado en 1993. En principio, el proceso por lo que se refiere a Kosovo empezará el próximo 12 de febrero.

El enjuiciamiento podría prolongarse al menos tres años si se celebran por separado las causas abiertas sobre sus presuntos delitos en Kosovo, Croacia y Bosnia, una duración que parece excesiva para la propia Corte. La fiscal Carla del Ponte propone reunir las tres causas en una para acortar plazos y reducir el número de testigos, que podría rebasar ampliamente el medio millar.

'La Administración norteamericana ha declarado la guerra al terrorismo, pero la anterior sabía que Bin Laden estuvo en Albania dos años después de los atentados contra las embajadas estadounidenses [en Kenia y Tanzania, en 1998] y lo hablaron conmigo', aseguró al final de la vista preliminar de ayer cuando el presidente del tribunal le preguntó si tenía algo que decir.

En pocos minutos, y sirviéndose como el día anterior de su propio idioma, resumió su postura. Recomendó al tribunal lisa y llanamente la descalificación de Del Ponte por las contradicciones que según él muestra sobre todo el acta de acusación sobre Kosovo. 'Supera incluso a lo que pueda afirmar un portavoz de la OTAN. Ahora resulta que la OTAN no atacó mi país entre el 24 de marzo y el 1 de junio de 1999. Así pues, las 22.000 bombas que cayeron y las numerosas víctimas fueron resultado de la agresión de Yugoslavia contra sí misma. Es un texto con un nivel intelectual de un niño de siete años retrasado mental. Hasta un tribunal ilegal como éste debería reconocerlo', manifestó.

Muy enfadado, Milosevic aprovechó la ocasión para quejarse de las condiciones carcelarias y pidió que se retiraran las cámaras que le vigilan día y noche para impedir que se suicide en su celda de la prisión de Scheveningen, donde se halla desde el pasado 28 de junio. El padre y la madre del ex líder serbio se quitaron la vida. 'Nunca me suicidaré. No haré eso a mi familia y a mis hijos. Estoy aquí para luchar contra este tribunal y las personas que lo utilizan contra quienes buscan la libertad en el mundo'.

Del Ponte aguantó como pudo sin mover un músculo los desaires del acusado, a los que ya empieza a estar acostumbrada. Desde su llegada a La Haya ha intentado varias veces hablar, al menos un segundo, con él, pero éste la ignora. Ahora que ella habla en francés, y no en inglés como ocurrió en las primeras sesiones, Milosevic ni la mira ni se pone los cascos para la traducción. Para el ex dictador no existe la fiscal suiza. Del Ponte estima que necesitará 170 días para interrogar a los más de 228 testigos que quiere presentar en el juicio de Kosovo.