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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un paso hacia adelante

El mundillo del arte está preocupado ante la evidencia del escaso (por no decir nulo) eco que tiene el arte español en aquellas grandes exposiciones internacionales en las que se están marcando los criterios y valores de la contemporaneidad. Desde luego, es para estar muy preocupados, sobre todo a la vista de la mediocridad que se está presentando en las galerías, de la falta de originalidad de los artistas y del aburrimiento que producen las obras. Estas razones permiten que una exposición que muestra obras de artistas españoles de hace 45 años parezca una maravilla y reclame la atención del público, ya que los cuadros y esculturas de los artistas del grupo El Paso siguen manteniéndose frescos y vivos. ¿Por qué en vez de tanta lamentación actual no se intenta entender cuál fue la clave del éxito de entonces? La cosa no es difícil ya que el grupo El Paso es uno de los episodios más estudiados y mejor documentados de la historia del arte español del siglo XX. En uno de los escuetos manifiestos que firmaron sus componentes se reconoce, como ahora, la existencia de una "aguda crisis" en el campo de las artes visuales y se apela a la "necesidad moral" de desarrollar una "plástica revolucionaria" para superarla. Las obras que se han reunido para esta exposición pertenecen a ese momento, entre 1956 y 1960, en que algunos artistas españoles despertaron del letargo academicista y se unieron para formar un grupo (como otros de la época) desde el cual poder desarrollar un arte que se enfrentaba al riesgo del rechazo social y del compromiso político. La refinada austeridad y las ganas de experimentar libremente son algunas de las claves de la fuerza expresiva y del sorprendente encanto que aún destilan algunas de estas obras. Los hierros forjados a golpes de Chirino, las arpilleras agujereadas y restañadas de Millares, las telas metálicas tensadas de Rivera, la fuerza desgarradora de los negros trazos de Viola, el expresionismo informalista de Saura, la gestualidad nerviosa de Canogar o la delicada abstracción de Juana Francés nos hablan de una pluralidad de estilos e intereses plásticos, matéricos, formales y expresivos que tienen un denominador común en una voluntad de avanzar, aunque sea un solo paso, frente a la mediocridad. Si bien es cierto que muchos de estos artistas, con el paso del tiempo, las glorias del éxito y los estragos de la fama, han terminado por acartonarse e incluso por aceptar las "palmas académicas", no es menos cierto que las obras de esta exposición pueden interpretarse como un ejemplo para jóvenes creadores. Pero, mucho me temo que los "artistas posmodernos" de la actualidad, siguiendo la teoría freudiana, han preferido "matar al padre", alejándose en la dirección del individualismo autocomplaciente y eludiendo cualquier compromiso, no vaya a ser que se espanten los clientes.

EL PASO

Galería Marlborough

Orfila, 5. Madrid

Hasta el 26 de junio

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