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La izquierda se asegura el apoyo del PP para que Rafael Ribó se convierta en 'síndic de greuges'

CiU se resiste a avalar al sustituto de Anton Cañellas, cuyo mandato acabó hace 15 meses

Rafael Ribó (Barcelona, 1945) se convertirá la próxima semana, salvo sorpresas, en el nuevo síndic de greuges de Cataluña al haberse asegurado la izquierda el respaldo del Partido Popular (PP) a su propuesta, que llevaba meses bloqueada por las reticencias de Convergència i Unió (CiU). La federación nacionalista decidirá previsiblemente el lunes si se suma al consenso o mantiene su oposición hasta el final y se abstiene. Ribó sustituirá a Anton Cañellas, de 81 años, que desempeña el cargo de forma provisional desde marzo de 2003, cuando acabó su mandato.

Cuando finalizó el mandato de Anton Cañellas, los partidos acordaron mantenerlo provisionalmente en su puesto hasta que se hubieran celebrado las elecciones autonómicas, para evitar que el debate sobre su sustituto quedara contaminado por la proximidad de los comicios. Pero las elecciones fueron en noviembre y Cañellas, pese a su frágil salud, sigue dirigiendo esta institución de rango estatutario, el equivalente catalán del Defensor del Pueblo, que vela por los derechos fundamentales y las libertades públicas de los ciudadanos.

Durante todo este tiempo, las posiciones se han mantenido enconadas en el mismo punto. Los partidos de izquierda proponen como síndic de greuges a Rafael Ribó, ex líder del PSUC y de Iniciativa per Catalunya, y respetado diputado en el Parlament entre 1980 y 2003, con un paréntesis de dos años en los que fue diputado en el Congreso. Pero CiU, que la legislatura pasada ya hizo circular el nombre de Ribó, expresó finalmente reticencias a esta opción alegando que su vinculación a ICV como dirigente destacado es demasiado reciente y que esta institución de control al Gobierno exige la máxima independencia.

La elección del síndic de greuges exige consenso parlamentario: no es suficiente con la mayoría absoluta con que cuenta el tripartito (74 diputados sobre 135), sino que requiere el apoyo de tres quintas partes de la Cámara (81 diputados). Pese a que CiU sigue manteniendo las mismas posiciones, la actitud del PP, que ahora está dispuesto a secundar a Ribó para acabar de una vez con la provisionalidad, puede desbloquear la situación y facilitar el relevo la próxima semana. La izquierda y el PP suman un total de 89 escaños.

La junta de portavoces del Parlament de ayer acordó convocar la comisión parlamentaria del Síndic de Greuges para el martes que viene y colocar la votación sobre el nombramiento en el orden del día del pleno del mismo día. CiU no quería que se diera este paso hasta que se hubiera consensuado un nombre, pero la izquierda decidió llevar igualmente el asunto al próximo pleno al haberse asegurado que el PP daba luz verde al nombramiento.

Fuentes del PP explicaron que desean una rápida solución a la provisionalidad existente en esta importante institución y hace unas semanas ya dejaron claro que no serían en ningún caso un obstáculo. El PP puso una única condición: dejar pasar las elecciones europeas y, por tanto, abordar el asunto con todo el ciclo electoral concluido. Algunos dirigentes de este partido rechazaban dar el paso antes de los comicios para que no se utilizara en la campaña electoral que pactaban con el tripartito catalán para nombrar síndico a un ex secretario general del histórico partido de los comunistas catalanes, en el que a finales de la década de 1970 también militó Josep Piqué, hoy líder regional del PP.

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Ejecutiva de Convergència

Convergència tiene previsto decidir su posición definitiva en la ejecutiva que celebrará el lunes, según fuentes de la formación. Pese a las dudas que los negociadores nacionalistas han expresado ante la posibilidad de que sea Ribó quien sustituya a Cañellas, no han cerrado la puerta a sumarse al consenso. El propio Ribó ha mantenido contactos tanto con el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol como con el secretario general de Convergència Democràtica (CDC), Artur Mas, para tratar de superar las reticencias.

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