Olivas atribuye la crisis de la industria al dinamismo económico y mantiene su confianza en la construcción
José Luis Olivas, desde la atalaya que supone la presidencia de Bancaixa, primera caja de ahorros valenciana y tercera de España, ofreció ayer un optimista panorama del futuro inmediato de la economía valenciana y restó dramatismo a las alarmas lanzadas desde la Cámara de Comercio o la Universidad de Valencia en torno a los problemas que atraviesa la industria tradicional. Olivas recordó haber asistido a todo tipo de crisis en todos los sectores: "Unas veces debido a la inflación, al surgimiento de nuevos mercados, a la globalización... pero nuestros sectores económicos las han superado", replicó el presidente de Bancaixa a una cuestión en torno a la posible desaparición de algún sector industrial tradicional. "La economía es muy dinámica, los empresarios y trabajadores deben ponerse en guardia porque puede haber procesos de reestructuración", comentó Olivas, "algunos saldrán fortalecidos, otros no tanto, pero estoy convencido de que la economía valenciana es muy solvente y está consolidada". "Además", concluyó, "nos caracteriza nuestra capacidad para adaptarnos a las circunstancias".
El presidente de Bancaixa participó en Valencia en un almuerzo organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección donde también negó que una posible subida de los tipos de interés repercuta en el mercado inmobiliario o frene el poderoso tirón económico que ejerce hace años la construcción. Olivas negó una inminente subida de los tipos de interés para frenar tensiones inflacionistas, como acaba de suceder en el Reino Unido: "No lo daría por hecho con carácter inmediato, no ha indicios taxativos". El ex presidente de la Generalitat señaló que los mensajes que deslizan el Banco Europeo y otras autoridades económicas apuntan a una "subida imperceptible de un cuarto de punto o medio como máximo". Y subrayó que el actual tipo de referencia del 2% es el más bajo de la historia reciente en España.
El presidente de Bancaixa aseguró que ninguna de las sociedades vinculadas al grupo "ha percibido" ningún síntoma que indique un descenso de actividad en el sector de la construcción: "Ni ninguna caída en hipotecas a compradores o promotores inmobiliarios". Más aún, bromeó sobre los beneficios que tendría para Bancaixa una ligera subida de los tipos de interés que "podrían soportar sin problemas las economías familiares".
