_
_
_
_
_
Reportaje:

El embrujo de Arriaga

Nueve músicos de la Sinfónica de Bilbao viajan a Marruecos para colaborar con su Filarmónica

La música del compositor bilbaíno Juan Crisóstomo de Arriaga (1806-1826) se escuchará dentro de una semana en tres ciudades de Marruecos: Marrakech, Rabat y Casablanca. Será la Orquesta Filarmónica del país magrebí quien interprete sus obras, pero le acompañarán nueve músicos de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) que este lunes se desplazarán a Marruecos con sus instrumentos.

El germen de esta colaboración fue una idea de Jean-Claude Biondi, el director de la Filarmónica marroquí y amante de la música de Arriaga desde sus tiempos de estudiante. "Biondi es violinista y siempre estuvo fascinado con Arriaga", comenta Borja Pujol, director técnico de la BOS. A través del Instituto Cervantes en Rabat, Biondi contactó con la Sinfónica bilbaína y les propuso colaborar en los tres conciertos en su país. "La idea era doble. Por un lado, completar su plantilla con nuestros músicos y por otro, impartir una serie de clases", agrega.

Los nueve profesores que se desplazarán son tres violinistas, una viola, dos violonchelistas, un contrabajista y dos fagotes. De lunes a viernes, impartirán clases a los músicos de la Filarmónica de Marruecos, por la mañana durante tres horas. Por las tardes, ensayarán con ellos el programa de los conciertos: tres obras de Arriaga (la obertura de Los esclavos felices, Obertura op.1 y Sinfonía en Re), que se completan con dos de Pablo Sarasate (Aires bohemios y Fantasía sobre temas de Carmen). Los conciertos se celebrarán en el Teatro Real de Marrakech, el 20 de junio; el Teatro Nacional Mohammed V de Rabat, al día siguiente, y en el Cinema Rialto de Casablanca, el 22. Como violín solista actuará Anna Savitska, ganadora del último Premio Sarasate.

"Del proyecto me atrajo la idea de que gente que no habla el mismo idioma compartan atriles y conversen con la música", destaca el director técnico de la Sinfónica. "Además, es algo positivo para difundir la música de Arriaga. También nos permitirá ir calentando motores para los actos del bicentenario del nacimiento del compositor, en 2006", añade.

La Sinfónica de Bilbao incluye a menudo obras de Arriaga en su repertorio y, especialmente, en ocasiones relevantes. Así, eligió al compositor bilbaíno para su concierto en San Petersburgo, en 2003, y para la celebración del 700º aniversario de la fundación de Bilbao.

Entre los miembros de la formación ha sido muy bien acogido el proyecto de la orquesta marroquí. "Creo que es una buena iniciativa que a mí, personalmente, me va a permitir conocer gente nueva y otras maneras de trabajar", indica el irunés Asier Arabolaza, la única viola que viaja a Marruecos de las 12 de la BOS, y que destaca de Arriaga su "escritura limpia, clara y galante, fácil para el oyente". Arabolaza lleva cuatro años en la Sinfónica y afronta el viaje como un "intercambio" musical y de "acercamiento" entre Marruecos y España.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El primer chelo de la Sinfónica de Bilbao, Gabriel Negoesku, nacido en Bucarest (Rumania), pero afincado en Bilbao desde hace 22 años, reivindica la figura de Arriaga, "un compositor que vale mucho y al que hay que hacer un homenaje, a él y a sus obras, asombrosamente maduras". Negoesku está convencido de que Arriaga habría podido ser "otro Mozart" de no haber muerto con solo 20 años. Él espera no sólo enseñar, sino aprender de "un mundo musical poco conocido para nosotros", como es el marroquí.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_