La Guardia Civil informatiza y pone al día los registros de armas
La Guardia Civil, cuyo general jefe en Valencia, Teodoro López Fuentes, explicaba el pasado lunes que algunas de las dificultades a que se enfrenta el instituto armado son fruto de "carencias históricas de recursos humanos y materiales", está en proceso de informatización completa de los registros de altas, bajas e incidencias respecto de las armas, de cuyo control es responsable.
Se cuentan por miles las armas que cada año subasta. Se cuentan también por miles las que transitan por el mercado negro, cuya circulación impune y sencilla adquisición a precios asequibles es cada vez mayor en España. Y está más extendida, según fuentes del propio instituto armado, su posesión de lo que aparentemente parece.
De hecho, dos de los últimos sucesos más dramáticos en la Comunidad Valenciana tienen un arma como protagonista: un hombre que mató a tiros a una mujer a la entrada de una gran superficie en Alfafar, y un joven que vació hace pocos días el cargador de una pistola semiautomática en plena calle en la localidad valenciana de Torrent. Ninguno de los detenidos tenía licencia de uso para armas.
La puesta al día del registro que debe especificar en manos de quién están las armas ha supuesto ya cientos de comunicaciones a titulares, a priori, de licencias en vigor del uso de las mismas.
Denuncia
Pero esas mismas comunicaciones arrojan lagunas documentales sorprendentes. El titular de una licencia de arma, no renovada hace más de 15 años, recibió hace escasos días una invitación a ponerse al día al respecto de una pistola de calibre nueve milímetros cuyo robo denunció tanto a la Guardia Civil como a la Policía Nacional en 1985.
Pero ni la denuncia ni la no renovación cuando correspondía de aquella inicial licencia sacada en los primeros años ochenta acompañan la documentación que a día de hoy posee el instituto armado sobre la pistola en cuestión. No es el único caso, aunque fuentes de la Guardia Civil explican "el error" como una descoordinación por no tener un sistema que recoja a la vez altas y bajas entre unas y otras.
La informatización y puesta al día del registro se inició antes del verano y no se ha concretado plazo para terminar con el proceso. La Guardia Civil no ha facilitado los datos del número de armas registradas, y tampoco de las que calcula o estima están en circulación realmente. No obstante, fuentes del instituto armado apuntan que el número de armas no controladas no es muy grande, ya que se mantiene un control permanente sobre las federaciones de caza y las deportivas, y los usuarios están obligados a pasar un test psicotécnico cada dos años, por lo que el proceso afectará principalmente a las licencias más antiguas.
