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Una nueva biografía profundiza en la intensidad musical de Van Morrison

Brian Hinton investiga la carrera del artista irlandés en un volumen de casi 400 páginas

Amelia Castilla

Enfurece y seduce con la misma intensidad. Van Morrison (Belfast, Irlanda, 1945) lleva 30 años en el escenario y la emoción todavía se mantiene. Una muestra del interés que despierta el cantante, al que alguien definió como el Marlon Brando del rock, es la publicación en España de una nueva biografía, Van Morrison. El genial poeta del rock (Ediciones Robinbook, SL), escrita por Brian Hinton y en la que, a lo largo de 396 páginas, repasa meticulosamente toda la carrera del artista irlandés, sobre cuya vida privada siguen escaseando los datos.

"Vestido de negro, del sombrero Stetson a las gafas, Morrison interpreta las letras con una mezcla de intensidad y mal genio. Está en escena como un cantante de jazz, el tiempo justo y con las emociones a la espalda. El cantante sigue siendo un enigma, un loco sagrado, quizás con la sobria personalidad canalizada de alguna forma hacia esa voz maravillosa, a la vez apasionada y amenazadora". En las primeras líneas de su biografía, Hinton describe con esas palabras una actuación de Morrison, a principios de 1996, en la BBC2.

Van Morrison. El genial poeta del rock está redactada desde el respeto y la admiración al creador de Gloria. En sus páginas no se encuentran, como en ninguno de los libros publicados hasta ahora sobre este escurridizo músico, grandes revelaciones sobre su vida privada. Sin embargo, se repasa toda su discografía, especialmente Astral weeks, Moondance y Veedon Fleece, diseccionados tema a tema.

A caballo entre EE UU e Inglaterra, su vida parece marcada por una profunda espiritualidad, aunque nunca ha profesado ninguna confesión. De Gloria a The healing game, las canciones de Morrison han sido la banda sonora de una generación, pero en julio de 1960, cuando abandonó la escuela de Orangefield sin cualificación, sus maestros no parecían apostar por un muchacho que dedicaba casi todo su tiempo a los grupos locales. "Pasó por la escuela sin causar demasiada impresión. No creía en nadie que no fuera él mismo", contó uno de sus maestros. Con ese espíritu, ingresó en el Sindicato de Músicos y cobraba por tocar en orquestas de baile, trabajo que compati-bilizó con un empleo temporal en una fábrica de limpieza de carne antes de montar una sociedad de limpieza de ventanas. En esa época parecía una locura pretender ganarse la vida con el rhythm and blues pero ya admiraba profundamente a Ray Charles, con el que años más tarde compartiría escenario en Wembley y con el que se reunió meses antes de su muerte para grabar un dúo.

El genial poeta del rock incluye también textos recogidos de entrevistas y críticas publicadas en revistas especializadas como Melody Maker, Rolling Stone o San Francisco Chronicle. El libro repasa la esencia de sus poéticas letras, su paso por Woodstock, sus años de hippy en California o su época de viajero místico de Veedon Fleece. Precisamente, de esos años felices en San Rafael -un enclave rural, donde al parecer consiguió la realización plena- se incluyen unas reveladoras declaraciones de Janet, una madre soltera con la que se casó y de cuya relación nació su hija Shannon. "A él no le gusta tener mucha gente a su alrededor. En realidad, es un solitario. Es calmado. Nunca salimos a ninguna parte. No vamos a fiestas, no salimos nunca. Tenemos una vida increíblemente tranquila y la única aventura que hacemos es ir carretera abajo". Tan idílica postal se completaba con un estudio casero para componer y un programa de radio sin retribución en el que ponía los discos que le gustaban. Janet acabaría renegando de aquel paraíso que acabó pareciéndose a un infierno. Tras el divorcio, Morrison encontraría un segundo hogar en el escenario, en sus constantes cambios de banda, en su trabajo como compositor y en nuevas novias, como una ex Miss Irlanda bastante más joven que él.

Las casi 400 páginas de esta nueva biografía incluyen información sobre artículos promocionales, emisiones radiofónicas, discos piratas y grabaciones de maquetas. Hinton, que es coeditor de una revista sobre literatura y ecología y ha publicado libros sobre la cantante Joni Mitchell o el festival de la isla de Wight, desvela también al final del libro cómo estuvo a punto de llegar a las manos con Van Morrison porque el músico se había pronunciado desfavorablemente sobre esta biografía. Nada nuevo en uno de los músicos más esquivos del panorama mundial.

Van Morrison, en una actuación en Barcelona el año pasado.
Van Morrison, en una actuación en Barcelona el año pasado.MARCEL·LÍ SÁENZ
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