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Reportaje:

Un campus combativo

Las facultades de Matemáticas y Física de la Complutense rememoran el franquismo

"¿Me va a detener la policía hoy?". Era la pregunta que se hacía cada día como estudiante de Física durante el franquismo José G. Zato. "Un estudiante en esa época salía de su casa a las siete de la mañana y tal vez no regresaba hasta la una y media de la madrugada. Las últimas redadas policiales eran alrededor de la medianoche", cuenta. En su opinión, la Facultad de Física "fue la punta de lanza del movimiento estudiantil contra la dictadura". El que ahora es director de la Escuela de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid fue uno de los ponentes en las jornadas que han celebrado las facultades de Física y Matemáticas de la Complutense bajo el título de La Universidad durante el franquismo. Fueron organizadas por las asociaciones de alumnos Hypatia y Lewis Carroll. El fin: "Recuperar y hacer público el movimiento estudiantil, porque buena parte de la lucha por las libertades en España ocurrió en este campus y en estas facultades", asegura Helio Cobaleda, uno de los organizadores.

Los estudiantes comenzaron a manifestarse contra las autoridades universitarias, que tenían un poder absoluto por su identificación ideológica con el franquismo, dice el profesor de Historia Contemporánea de la Complutense Luis Enrique Otero Carvajal. La policía estaba dentro de la Universidad y reprimía a los estudiantes, así que "lo que empezaba por ser una protesta académica se convertía en una reivindicación política, que exigía libertad y democracia. La dictadura se convirtió por su intransigencia en su propio generador de oposición", explica. La Universidad era un "caldo de cultivo" y se convirtió en un foco de rebeldía juvenil y de lucha por la democracia, cuenta el historiador.

Carmen Carreras estuvo dos meses en la cárcel tras participar en una manifestación en 1975. Entonces cursaba quinto de Física y simpatizaba con la Joven Guardia Roja, la asociación juvenil del Partido del Trabajo. Ahora es profesora en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. No todo fue malo tras las rejas: "Sentíamos el apoyo de nuestros compañeros y algunos profesores, que hasta nos mandaron los exámenes", cuenta. No se interesó por la política hasta que llegó a la Universidad. En su familia, como en muchas en el franquismo, no se hablaba del tema. "Creo que ese activismo condicionó nuestras vidas para siempre. Todos pertenecemos a sindicatos, ONG, asociaciones culturales. Somos gente capaz de sacrificar parte de nuestro tiempo por los demás".

Pedro Ávila, un empleado de Telefónica, que militaba en el Partido del Trabajo está de acuerdo. "Aunque éramos de distintas ideologías, compartir esos problemas nos hizo aprender muchas cosas juntos. Por ejemplo, la igualdad entre hombres y mujeres". En las jornadas coincidió que en la mesa estaban cuatro ponentes de cada sexo. Ávila asegura que los estudiantes se preocupaban por los problemas sociales y que, "aunque se ganó la democracia, hay que seguir luchando para que haya igualdad".

Dos <i>grises</i> a caballo ante una manifestación de estudiantes en la Complutense en 1968.
Dos grises a caballo ante una manifestación de estudiantes en la Complutense en 1968.

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