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Lleida recupera el frente del Segre

La Guerra Civil española, sus escenarios, la arquitectura militar y la memoria de los contendientes han cobrado actualidad últimamente. Como por ejemplo en la Terra Alta y la Ribera d'Ebre, donde se ha creado un consorcio en el que participan la Generalitat, los consejos comarcales y los ayuntamientos con el objetivo de recuperar una parte de la historia de la comarca, escrita durante la batalla del Ebro.

En Lleida, dos miembros del Centre Excursionista, entidad que conmemorará su centenario dentro de pocos meses, acaban de publicar el libro Itineraris pel front del Segre (Pagès Editors). Es una especie de guía excursionista en la que sus autores, Maria Lluïsa Huguet y Joan Ramon Segura, invitan a recorrer a pie o en coche rutas que conducen a escenarios en los que, 67 años después, aún quedan vestigios, mejor o peor conservados, de la batalla que nacionales y republicanos libraron en el frente del Segre. Este frente se extendía a lo largo de más de 80 kilómetros en línea recta, desde la desembocadura del Segre en Mequinença hasta el pantano de Camarasa.Hasta ahora todos los honores literarios se los había llevado la batalla del Ebro, aunque lo cierto es que en el frente del Segre se produjeron encarnizadas batallas y miles de bajas, principalmente en el bando republicano. Este frente duró nueve meses, cinco más que la batalla del Ebro. Desde abril de 1938 hasta enero de 1939, la línea del Segre fue testigo de duros combates que dejaron innumerables testimonios de una barbarie que nadie quiere olvidar ni repetir.

Una guía turístico-histórica con más de 138 itinerarios recorre los vestigios y escenarios de la Guerra Civil

El libro relaciona el patrimonio bélico con el excursionismo cultural y científico. Los restos de trincheras, de búnkeres, de nidos de ametralladoras y de puntos de mando, debidamente documentados, son el principal reclamo de 138 itinerarios. No es un libro de historia sobre la Guerra Civil, advierte Maria Lluïsa Huguet, sino una aportación al conocimiento de hechos bélicos que se desarrollaron en el espacio geográfico del Segre, desde una vertiente excursionista y didáctica.

Los nacionales ocupaban la orilla derecha del Segre, mientras que los republicanos estaban en la izquierda. Las ciudades de Seròs, Lleida y Balaguer, con sus puentes sobre el río, fueron tres puntos clave del frente. De hecho, los combates más cruentos se libraron cuando la batalla del Ebro estaba prácticamente perdida, y tenían como objetivo recuperar estas cabezas de puente para controlar los pantanos y las centrales hidroeléctricas del Pirineo, instalaciones de gran valor estratégico puesto que suministraban energía a la ciudad de Barcelona. Las tropas franquistas controlaban los embalses pirenaicos y ocasionaban a voluntad crecidas en los ríos que arrasaban puentes y enemigos.

De todos los episodios bélicos que ocurrieron en la zona, el libro se detiene especialmente en el cementerio de Balaguer, donde fueron enterradas muchas de las 10.000 personas que se calcula que fallecieron en esta ciudad.

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Búnker en el Tossal de la Moradilla.
Búnker en el Tossal de la Moradilla.HERMÍNIA SIRVENT

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