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Elliot Erwitt retrata con ironía a visitantes de museos de todo el mundo

La Fnac muestra 32 fotografías del artista de la agencia Magnum

Elliot Erwitt (París, 1928), uno de los pesos pesados de la agencia Magnum, considera la fotografía "un arte basado en la observación. Consiste en encontrar algo interesante en un lugar cualquiera". Él ha descubierto extravagancias y absurdos entre visitantes de museos de todo el mundo y, sin juzgarlos, se ha limitado a retratarlos con ironía. La Fnac Donostia reúne en una muestra 32 imagenes de la serie.

Erwitt, fotógrafo acreditado de la Casa Blanca durante el breve mandato de John F. Kennedy, se declara "un observador que ama observar el arte y a los aficionados al arte mientras observan". Ello explica que el artista, presidente en varias ocasiones de Magnum, la más renombrada agencia fotográfica del mundo, haya dedicado durante años su tiempo libre a recorrer museos de todo el mundo para reflejar en blanco y negro el ritual social de acudir a estos centros.

"La gente visita museos por motivos que no tienen nada que ver con lo que contienen", afirma. "Son lugares donde se ejerce la sociabilidad. Puesto que hay que estar en alguna parte, más vale estar en un lugar donde haya aire acondicionado y calefacción". Erwitt, especialista en captar la comicidad de la vida, busca la contradicción y lo fortuito hasta que da con ello en salas consagradas al arte. Ha retratado, por ejemplo, a una niña imitando la postura de cuatro estatuas en el Metropolitan de Nueva York o a un hombre con turbante que se rasca la axila sin miramientos mientras su compañero repasa el contenido de unas vitrinas del Victoria and Albert Museum de Londres.

El arma de Erwitt es la ironía usada como un instrumento de distanciamiento que le permite "suspender su juicio, jugar con las debilidades o los absurdos de sus semejantes o más sencillamente con las extravagancias que la realidad parece situar inevitablemente ante su objetivo", apuntan los organizadores de la muestra. En todo caso, su ironía nunca es sarcástica o hiriente y, en cambio, suele buscar la sonrisa. Sólo un ejemplo. El fotógrafo no paró hasta dar con el ángulo perfecto para retratar la estatua de un arquero que parece disparar al visitante que se aleja de espaldas por un pasillo.

Erwitt, quien comenzó a trabajar como fotógrafo profesional en 1949 en Nueva York, entró a formar parte de Magnum en 1953 por invitación de uno de sus fundadores, Robert Capa. Desde entonces se ha mantenido fiel a los principios del documentalismo de la agencia y hoy se le considera todo un clásico.

Autor de ensayos, películas documentales y libros, participó en la famosa exposición americana The Family of Man, organizada por Edward Steichen en el MoMA de Nueva York en 1955 y captó la famosa fotografía de Jacqueline Kennedy llorando el asesinato de su marido en el cementerio de Arlington en 1963.

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