La Domus Aurea vuelve a la sombra
La historia no ha sido piadosa con el emperador Nerón. Queda de él la imagen cinematográfica de un pirómano que toca el arpa y entona ripios mientras arde Roma. Sin embargo, sabía vivir. Ofrecía fiestas espléndidas, las mejores de todos los tiempos, según el arqueólogo Andrew Wallace-Hadrill.