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Los problemas de la sequía

Los empresarios reclaman que no se descarte ninguna alternativa al Ebro

Los empresarios catalanes dieron el visto bueno al trasvase a Barcelona de agua del Ebro procedente de los regadíos del delta y también se resistieron a llamarlo trasvase en un comunicado hecho público ayer, pero pidieron un plan estructural que no descarte "ninguna alternativa", entre ellas la del trasvase del Ródano, de la que el Gobierno catalán no quiere oír hablar.

La Cámara de Comercio de Barcelona, el Círculo de Economía, Fomento del Trabajo, el RACC y el Colegio Asociación de Ingenieros Industriales de Cataluña mostraron su apoyo al acuerdo del Gobierno central y catalán para suministrar agua a Barcelona de los "excedentes" del consorcio Aguas de Tarragona, pero consideraron que "se ha de estudiar y definir un plan de medidas estructurales que, sin desestimar el estudio de ninguna alternativa, asegure el agua necesaria para el desarrollo económico y social de la zona". Los empresarios reclaman, en definitiva, "ir más allá de las medidas paliativas que se han tomado y se podrían tomar en una situación de emergencia".

"Hay que ir más allá de las medidas paliativas que se han tomado"
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Las entidades empresariales también recalcaron que las decisiones sobre los equipamientos necesarios para garantizar el suministro de agua tienen que estar "por encima de posibles intereses partidistas" y que el área metropolitana de Barcelona "no puede estar sometida a la variabilidad meteorológica". Algo así como que Barcelona sí debe ser capaz de luchar contra los elementos si aspira a convertirse en "líder mundial en atractivo para la innovación, los negocios, el turismo y la calidad de vida".

A juicio de los empresarios, son necesarios niveles de abastecimiento superiores al 100%, como los que tienen ciudades similares, que no especificaron.

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Las cinco instituciones que firmaron el documento decidieron crear un grupo técnico del agua para realizar un seguimiento de las medidas que se vayan adoptando sobre la situación de sequía y la ejecución de las que hasta ahora se han acordado.

No es la primera vez que los empresarios opinan sobre la sequía. Hace unos días, la patronal Fomento exigió a los partidos políticos que se garantice el suministro de agua y alertó de que no lograrlo supondría "perjuicios extraordinarios" y la "pérdida de confianza de la sociedad en la capacidad de los políticos para resolver incidentes técnicos".

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