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Reportaje:Final de la Copa del Rey

Locura real en la marea azul

Los aficionados del Getafe celebraron el apoyo de don Juan Carlos a su equipo

José Marcos

Un arrebato de locura contenida se apoderó de Getafe pocas horas antes de la cita en el estadio Calderón. "¿Habéis escuchado al Rey? ¡Va con nosotros!", repetía Antonio Fresneda a su cuadrilla. "¿Pero qué dices, Toni? ¿Acabas de llegar y ya vas tajao?". A la salida del Congreso, tras la sesión de apertura de la Legislatura, don Juan Carlos, que sufrió en el palco del Coliséum Alfonso Pérez la eliminación del conjunto de Michael Laudrup ante el Bayern en la Copa de la UEFA, se ganó para siempre el cariño azulón: "Majestad, ¿se atreve a dar un pronóstico para la final?", se le preguntó. "Tiene que ganar el que perdió", respondió.

"¡Más claro, agua! ¡Hasta el Rey es del Geta, colega!", decía Federico, orgulloso bajo la carpa montada en el centro de la autoproclamada Capital del Sur. "He sido de siempre republicano. Soy rojo hasta la médula. Pero lo que este hombre ha dicho hoy... ¡Viva Juan Carlos!", asentía emocionado Gabriel. A su alrededor, los minis de cerveza y calimocho corrían a raudales. "No sé si nos va a llegar con tantas gargantas secas...", se preocupaba Isidoro, uno de los responsables de la barra del punto de reunión de la hinchada. "¡Y eso que hemos traído 120 barriles de cerveza. A 50 litros cada uno, calcule!", añadía mientras la marea se desesperaba por un trago.

"Tiene que ganar el que perdió", dijo el Monarca, testigo de la derrota ante el Bayern
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Los copazos llenaban los estómagos vacíos, molestos porque las peñas, a falta del permiso municipal, no pudieron repartir cientos de raciones de una paella gigante. "Pues se come un bocata y ya está", apuntaba Ernesto. "Pero, ojo, lo gordo está por llegar. Parece que nos hemos olvidado de que es un día laborable y la peña no sale de currar hasta las siete", advertía.

Al revés que en 2007, cuando los seguidores del Sevilla y el Getafe se hermanaron, la final de ayer fue más precipitada. "Es lo que tiene que sea entre semana, pero con lo cargado que está el calendario...", se resignaba Rosario. "Para mí, va a ser como estar de fin de semana. Me he pedido el día libre porque darle a la tecla con resaca es horrible", reconocía Miguel, un informático de 30 años convencido de la victoria del Getafe: "Ya pagamos la novatada. El fútbol nos debe una".

Renfe se adaptó a los horarios del "equipo de los currantes" y organizó tres servicios de lanzaderas a Pirámides con capacidad para 13.000 seguidores, de los 22.000 previstos. El primer convoy salió a las 20.15. El servicio rebautizó los nombres de las estaciones: Getafe Centro era Getafe Laudrup; Las Margaritas, Getafe Cotelo... "¿No querían trasvase? ¡Pues toma marea azul!", gritaba Talant.

"La zona sur siempre ha sido marginal, pero ahora nos sentimos de Primera División. Este club nos ha reafirmado la autoestima", proclamó el alcalde, Pedro Castro. La que no iba a estar en el campo era Elena: "Es que las entradas son muy caras. No estoy para soltar 85 euros. Pero soy una socia fiel, ¿eh? Si gana el Getafe, será una alegría nacional. Si lo hace el Valencia, sólo provincial".

Y otro aficionado concluía: "Yo soy de Carabanchel, pero eso es lo de menos. ¡Me llamo Alfonso Pérez, como el estadio del Getafe! ¡Bueno, más o menos! ¡Vamos, Geta!".

Un grupo de seguidores del Getafe muestra su entusiasmo.
Un grupo de seguidores del Getafe muestra su entusiasmo.LUIS SEVILLANO

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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