Fraudes inmobiliarios: condena íntegra
¡Faltaría más! Todos sabemos lo fácil que resulta para cualquier persona, especialmente si tiene judicialmente embargadas todas sus propiedades y bienes conocidos, recaudar mediante donaciones en unas pocas semanas un millón de euros para el pago de la fianza para eludir la cárcel preventiva.
Se puede afirmar que la inmensa mayoría de la sociedad española está muy satisfecha de los éxitos conseguidos en los últimos años por la judicatura y la policía judicial en la represión y detención de los presuntos culpables de los fraudes inmobiliarios y financieros y su consiguiente condena. Pero resulta frustrante y hasta causa inquietud social que los delincuentes de cuello blanco salgan libres sin haber reintegrado la fortuna expoliada. No hago sino recordar los casos Filesa / Ainsa, Gescartera y, previsiblemente, caso Amaya, Torre Pacheco y tantos otros.
Uno se pregunta si no sería posible modificar la ley para estos casos, estableciendo la prisión preventiva sin fianza y que, una vez condenados, no tuvieran derecho a beneficios carcelarios hasta que no se hubieran restituido al Estado y a particulares afectados los caudales puestos fuera del alcance de la Justicia.