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El Ayuntamiento achaca al calendario el estancamiento de la asistencia a las fiestas

Los actos de la Aste Nagusia tuvieron el mismo seguimiento que en 2007

La cantidad de gente que acudió este año a las celebraciones de la Semana Grande bilbaína no fue mucha más que la que hubo en un 2007 marcado por la lluvia. Según los datos presentados ayer por el ayuntamiento en su balance de la Aste Nagusia, tan sólo un total de 7.000 personas más se unieron este año a los festejos, mientras que algunas actividades, como los conciertos, experimentaron un considerable bajón de público.

La concejal de Turismo y Fiestas, Isabel Sánchez Robles, ha ofrecido explicaciones para este fenómeno. Dado que el comienzo de fiestas fue bastante tempranero (cercano al 15 de agosto), un gran número de personas se encontraban de vacaciones o planeaban empezarlas por esas fechas. Por otro lado, la coincidencia con las celebraciones en otros pueblos de Euskadi podría haber influido asimismo en la afluencia de público a los festejos de la capital vizcaína.

La asistencia a los conciertos programados ha sido uno de los aspectos en los que más ha caído la participación ciudadana. El total de asistentes fue de unas 250.000 personas, aproximadamente 50.000 menos que el año pasado. Los conciertos que registraron una mayor cantidad de público fueron el de Amaral, con unos 45.000 espectadores, seguido de los de Ken Zazpi y Barrikada y el de Hombres G, ambos con unos 20.000 asistentes.

El teatro de calle fue una de las actividades triunfadoras este año. Comparado con el pasado, donde se cancelaron ocho funciones debido a la lluvia, el éxito cosechado por las actuaciones se refleja en las casi 40.000 personas que se acercaron a las funciones frente al Arriaga a lo largo de toda la semana.

Respecto a las críticas que las comparsas lanzaron al Ayuntamiento sobre los accesos al reciento festivo y la cantidad de servicios disponibles, los representantes del consistorio hicieron hincapié en que la fiesta bilbaína es una de las que más cuidan este aspecto en toda Europa.

A la quema de Marijaia, que este año fue por primera vez en la Ría, acudieron unas 25.000 personas, un número considerablemente más alto que los 3.500 de media que en los últimos años se acercaban a la plaza del teatro Arriaga.

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