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arqueología

Hallados restos de una colosal escultura de Marco Aurelio

La cabeza de mármol, localizada en Turquía, pesa 350 kilos

Un tamaño a la medida de su leyenda. Marco Aurelio, que pasó a la historia con la etiqueta de emperador filósofo ("la vida es lucha, no danza"), fue también uno de los últimos gobernantes de Roma apreciados antes de que las riendas del imperio pasasen a manos tortuosas, vengativas y a veces lunáticas. Arqueólogos de la Universidad de Lovaina acaban de anunciar el hallazgo de varias piezas en un yacimiento de Turquía, que debieron pertenecer a una estatua de Marco Aurelio de dimensiones realmente excepcionales.

En agosto del pasado año ya se anunció el hallazgo en el yacimiento de Sagalassos (suroeste de Turquía) de los fragmentos de una enorme estatua de Adriano que ahora forman parte de la exposición sobre el famoso emperador romano que puede verse hasta octubre en el British Museum.

Hace una semana, tal como esperaban los arqueólogos belgas de la Universidad Católica de Lovaina que están al frente de la excavación desde hace 12 años, ha aparecido otra escultura colosal de Marco Aurelio. Las dos estatuas estaban situadas a pocos metros de distancia.

Los investigadores explican en la página web de la excavación (www.sagalassos.be) que primero aparecieron, el pasado miércoles, las dos enormes piernas del emperador que reinó en el Imperio Romano desde el año 161 hasta su muerte en el 180 de nuestra era. Las dos piernas de mármol estaban calzadas con unas botas militares bellamente talladas con detalles de una piel de león y escudos de amazonas.

En la misma zona se encontró también uno de los brazos, que medía 1,5 metros, y cuya mano sostenía un globo que los arqueólogos piensan que pudo estar coronado por una figura de la Victoria en bronce. Al poco apareció la parte más espectacular, una enorme cabeza de mármol que mide ochenta centímetros y pesa 350 kilos. Los investigadores calculan que la estatua en conjunto podía medir 4,5 metros de altura y apuntan a que el torso podría haber estado cubierto por una armadura de bronce rellena de terracota o madera.

El profesor Marc Wealkens, director de la excavación, aseguró que la importancia del descubrimiento de esta estatua radica en "la perfección con que está tallada". En su informe lo considera "una de las más bellas representaciones del joven emperador" y afirma que "sus característicos ojos saltones están medio escondidos por pesados párpados" y mirando hacia arriba, "como en profunda contemplación, perfectamente apropiado para un emperador que fue más un filósofo que un soldado".

Además del espectacular retrato de Marco Aurelio, también se han encontrado una cabeza y un brazo de Faustina la mayor, esposa de Antonio Pío, predecesor de Marco Aurelio.

El conjunto, asegura Wealkens, forma parte de un grupo de estatuas de varios miembros de la dinastía antonina, de origen hispánico, que reinó en el Imperio Romano entre los años 96 y 192 de nuestra era. "Las estatuas se encuentran en lo que se suele denominar Sala de los emperadores de las termas romanas, que normalmente estaba dedicada al gobernante del imperio", indicó Wealkens. Esta Sala de los emperadores correspondía probablemente, dijo el profesor belga, al frigidarium o zona fría de las termas, que en el caso de los baños de Sagalassos se trata de una habitación con forma de cruz, de unos 1.250 metros cuadrados y cubierta de mosaicos. El próximo año esperan encontrar otras esculturas pertenecientes al mismo conjunto.

Las ruinas de Sagalassos, muy bien conservadas, se yerguen entre las rocas de los montes Taurus situadas por encima de los 1.400 metros de altitud. Se sabe que la ciudad de Sagalassos era la más próspera de la antigua región de Pisidia cuando fue conquistada por Alejandro Magno en el siglo IV antes de Cristo.

A comienzos de nuestra era el Imperio Romano absorbió esta zona y el emperador Adriano nombró a Sagalassos capital de Pisidia y centro del "culto al emperador", de ahí la devoción por la dinastía antonina. Se calcula que estas estatuas tenían una altura de entre cuatro y cinco metros antes de que un terremoto en el siglo IV redujera a escombros estas termas.

La escultura de mármol de Marco Aurelio encontrada en el yacimiento de Sagalassos.
La escultura de mármol de Marco Aurelio encontrada en el yacimiento de Sagalassos.AFP

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