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NEUMOLOGÍA

El régimen de luz ayuda a combatir la depresión por embarazo

La depresión posparto es un trastorno que aparece frecuentemente en las mujeres después de dar a luz, como consecuencia de una caída brusca de determinadas sustancias orgánicas que regulan el estado de ánimo. Se calcula que entre el 10% y el 15% de las mujeres sufre este trastorno tras el parto. Pero en algunas mujeres embarazadas, la depresión no siempre aguarda para aparecer después del parto. La depresión puede sobrevenir en cualquier momento del embarazo, y si lo hace, ella y su médico se encontrarán ante el dilema de usar o no antidepresivos.

Ahora los investigadores creen haber encontrado la manera de ayudar a estas mujeres sin exponerlas a los fármacos, ni a ellas ni a sus fetos, y evitar así posibles efectos secundarios. Acudiendo a una técnica que se utiliza a veces para ayudar a las personas que padecen desorden afectivo estacional -que es ese estado de melancolía que se presenta cuando llega el otoño, los días son más cortos y, por tanto, se reduce el tiempo de luz-, los médicos han estado probando una terapia basada en la aplicación de estímulos lumínicos sobre sus pacientes.

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Los resultados preliminares de este experimento son prometedores, según han informado los investigadores, que están inmersos en un estudio de colaboración en el que participan las universidades de Yale, Columbia y Case Western.

Serotonina

Las participantes del estudio recibieron una lámpara portátil y se les pidió que se sentaran delante de ella una hora al día. Se cree que la luz contribuye a elevar los niveles de serotonina, que es la hormona que regula el estado emocional en el cerebro y cuya caída es la responsable de la depresión reactiva que se desencadena tras el parto. Esta depresión se manifiesta habitualmente a las 24 horas del alumbramiento en forma de ansiedad e inseguridad frente a la responsabilidad de cuidar bien al bebé. En la mayoría de los casos, esta reacción es pasajera, pero en otros se prolonga durante semanas y puede llegar a tener manifestaciones severas, desde tendencias suicidas hasta alucinaciones.

Tanto en la depresión posparto como en la que se presenta durante el embarazo, los casos más severos requieren tratamiento antidepresivo. En los estudios clínicos de la mayoría de los antidepresivos no se han demostrado efectos dañinos sobre el feto. Pero los fármacos pueden provocar efectos secundarios desagradables, con lo que la terapia de luz, si demuestra su eficacia, resulta más atractiva. Los autores del estudio recuerdan que siempre que se pueda debe evitarse tomar medicamentos que afectan al sistema nervioso central en un momento en el que el cerebro del feto se está desarrollando.

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