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Uno de cada cuatro niños nace por cesárea

La tasa pasa en España del 10% en 1984 al 23% en 2001, a expensas sobre todo de las clínicas privadas

El aumento del número de partos por cesàrea es un fenómeno generalizado y constante en todos los países desarrollados en las últimas décadas. Tampoco España se ha librado de esta tendencia. El hecho no sería relevante de no ser porque una parte importante de estas cesáreas no están jusitificadas médicamente y se realizan más por coveniencia de la clínica o el médico que atiende el embarazo que por un riesgo real en el desarrollo del parto por vía vaginal. 'Hasta 1990 el aumento en el número de cesáreas ha propiciado una disminución paralela de la mortalidad perinatal. Pero a partir de esta fecha, la tasa de cesáreas ha seguido incrementándose, sin que se haya registrado una disminución en la mortalidad del neonato', explica Wolfgang Kunzel, experto alemán en cesáreas que recientemente participó en Barcelona en un simposio internacional sobre fertilidad.

Para decir que se hacen demasiadas cesáreas, hay que precisar en qué centro y qué población
Los centros privados hacen un 25% más de cesáreas que los públicos en mujeres sin riesgos
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La Organización Mundial de la Salud considera injustificado que terminen en cesàrea más de un 15% de los embarazos. En España, la tasa de cesáreas ha pasado del 9,7% en 1984 al 18,2% en 1998. 'En 2001 la tasa ronda el 23%, uno de los índices más bajos de toda Europa. Pero la tasa de cesáreas no es un buen indicador de la calidad sanitaria, ya que no explica el motivo por el que se decidió intervenir quirúrgicamente en el parto', afirma Lluís Cabero, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. 'Por eso, cuando se dice que se hacen demasiadas cesáreas, hay que precisar en qué centro y sobre qué población. En mujeres jóvenes sin ningún factor de riesgo y con un bebé absolutamente normal, una tasa superior al 10% es hacer demasiadas cesáreas. En cambio, en mujeres diabéticas, hipertensas o con alteraciones en el crecimiento del bebé, un índice por debajo del 40% es una temeridad. El 15% que establece la OMS es para mujeres con un cuadro clínico normal'. Cabero sostiene que 'el 23% de cesáreas en el conjunto de la población española no constituye ningún exceso'.

Los especialistas insisten en que no se puede establecer objetivamente si el sistema sanitario de un país realiza o no demasiadas cesáreas. 'Habría que ir hospital por hospital viendo qué tanto por ciento de los partos que realizan terminan con una cesárea y si, por las características de la población a la que atienden, tal índice de intervenciones está justificado. Las generalizaciones no tienen ningún sentido', afirma Kunzel.

Pero cuando se analiza la tasa de cesáreas por centros, se constata una gran diferencia entre el uso que hacen de esta técnica quirúrgica las clínicas privadas y los hospitales públicos. 'Las clínicas privadas realizan entre un 30% y un 35% más de cesáreas que los centros públicos. Pero, tal vez lo más alarmante sea que las clínicas privadas realizan un 25% más de cesáreas que los hospitales públicos en mujeres que presentan un cuadro clínico normal y en las que, en consecuencia, la aplicación de la intervención quirúrgica debería ser muy restringida', asegura Cabero.

Además, la tasa de cesáreas crece a un ritmo mayor en los centros privados que en los públicos. 'En los primeros, la tasa en 1988 era del 14,3% y en 1998 llegaba al 23,3%; es decir, que la tasa de cesáreas ha aumentado a razón de un 1% anual. En cambio, en los centros públicos, mientras que en 1988 el índice de cesáreas llegaba al 11,9%, en 1998 era del 17,4%, lo que supone un incremento de medio punto por año', explica Antonio Sarría, jefe de servicio de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III.

Los especialistas tienen dificultades para explicar las causas de este incremento en el número de embarazos que terminan en cesárea. Multitud de factores influyen en este fenómeno, y muchos de ellos permanecen ocultos porque forman parte de la decisión particular que cada médico toma en el quirófano en cada caso concreto. 'Un motivo fundamental para este incremento es el cambio de escenario que se ha producido en los últimos 15 años. Por un lado, el impacto de la fecundación asistida cada vez un mayor número de embarazos de gemelos. Por otro lado, ha aumentado la edad en que las mujeres se quedan embarazadas. En estos momentos la edad media del primer embarazo se sitúa en 30,7 años. De hecho, el 30% de las mujeres que esperan un hijo por primera vez ya tienen más de 35 años. Y al aumentar la edad de la madre, crece también la probabilidad de que sufra ciertas patologías que hacen más probable que acabe siendo necesaria la intervención por cesárea', explica Cabero.

Pero ante esta explicación, otros especialistas se preguntan si realmente es tan grande la diferencia entre la edad de las mujeres que acuden a los centros privados y la de las que son atendidas en un hospital público como para explicar la disparidad en el porcentaje de cesáreas de unos y otros. Los estudios realizados indican que hay otros factores: 'En nuestros trabajos hemos podido observar que, a igualdad de edad y factores de riesgo, una embarazada tiene un 36% más probabilidades de parir por cesárea en un centro privado', afirma Antonio Sarría, jefe de servicio de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III.

La cesárea es una intervención quirúrgica que implica ciertos riesgos importantes para la salud de las madres y de sus bebés. La infección, la hemorragia posterior a la intervención, la lesión de tejidos vecinos y el riesgo propio de la anestesia son algunas de las posibles complicaciones. De hecho, la mortalidad materna en los casos en los que se realiza una cesárea es 10 veces superior a la de los partos por vía vaginal. Y a pesar de ello la tasa de cesáreas en determinados centros es anormalmente elevada.

'Los motivos por los que un médico decide realizar una cesárea son muy variados. En algunos casos, la medicina defensiva, el miedo a una denuncia, puede influir, ya que ante cualquier complicación, es más fácil justificar por qué se hizo una cesárea que por qué no se hizo. Pero otras veces, la cesárea obedece al deseo de planificar el parto y adaptarlo al horario del médico en lugar de esperar a que la dilatación siga su curso y concluya en un parto natural. No es casualidad que muchos estudios hayan señalado que es el viernes el día en que más cesáreas se llevan a cabo', explica Joan Ramón Villalbí, de la Sociedad Española de Salud Pública. 'Además, en los centros privados, las deficiencias técnicas y la falta de una segunda opinión hace que los médicos no se arriesguen y terminen decantándose por la cesárea', añade.

El hecho de que embarazadas en situación similar reciban una atención tan diferente indica que en muchos casos se está realizando una práctica médica inadecuada y sin justificación. 'En los lugares donde se ha realizado un control de la tasa de cesáreas no se ha observado un incremento de la mortalidad materna e infantil y, por tanto, las políticas de control de las cesáreas no representan ningún riesgo para los resultados perinatales', concluye Sarría.

Un parto por cesárea.
Un parto por cesárea.AGE FOTOSTOCK

Protocolo para el embarazo

La considerable diferencia entre la tasa de cesáreas de los centros privados y la de los públicos (entre un 30% y un 35% más en los primeros) se debe a que estos últimos se rigen por un protocolo que guía la actuación de los médicos, mientras que en las clínicas privadas los especialistas suelen seguir su propio criterio, según Lluís Cabero, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. 'En los hospitales públicos suele haber una protocolización que está consensuada por todos los profesionales. Estos profesionales se ajustan a las guías clínicas, donde está muy bien estipulado qué se hace en cada caso. Y, como se cumple lo establecido en este protocolo, el resultado es el esperado', explica Cabero. 'En una institución privada, en cambio, cada médico hace lo que quiere. Entonces, los especialistas que tengan unos protocolos personales o utilicen los institucionales tendrán tasas de cesáreas más bajas. Pero los médicos que no siguen esta protocolización harán muchas más cesáreas'. Para poner fin a esta situación, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia ha elaborado una guía que aspira a servir de referencia para todos los profesionales de esta especialidad. 'El documento no es vinculante, pero establece todo un registro de posibles situaciones y las actuaciones que se deberían llevar a cabo en cada caso. La aplicación de esta guía puede ayudar a controlar la tasa de cesáreas', asegura el presidente de esta sociedad científica.

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