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Salud

Un nuevo método basado en hologramas detecta tumores ocultos en la mamografía

El sistema de un físico español puede revelar cánceres que no se ven a simple vista

Un avión militar sobrevuela un entorno elegido al azar. Mientras, utilizando sus radares, graba una película. Horas después, en el laboratorio, los expertos chequean la filmación con una imagen holográfica (información tridimensional obtenida de un objeto previamente iluminado por láser). La holografía en cuestión procede de un obús depositado en cualquier almacén del Ejército.El objetivo es localizar obuses ocultos en la zona. Con esta técnica militar, cada objeto filmado, por pequeño que sea, será identificado por la imagen holográfica y aparecerá en el sistema optoelectrónico como un punto brillante.

A partir de esta técnica utilizada por los militares para la localización y seguimiento de objetivos, el físico Emilio Gómez González (Sevilla, 1968), profesor titular de Física Aplicada en la Escuela Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla, ha dado un paso más y ha creado un sistema eficaz de detección y diagnóstico precoz de los cánceres de mama y pulmón.

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En principio, las aplicaciones de su hallazgo son ilimitadas. Su sistema podrá utilizarse también para diagnosticar precozmente otras patologías, como las de origen cardiovascular. 'O para guiar a discapacitados en pistas de deportes , o en clasificar y seleccionar productos hortofrutícolas', explica.

Pero, ¿en qué consiste realmente el invento del profesor Gómez, hoy patentado para todo el mundo por el propio autor y la Universidad Hispalense, y que tanta expectación ha levantado entre los radiólogos? Al joven investigador se le ocurrió que si conseguía traducir a ecuaciones físicas los parámetros luminosos que intervienen en el proceso de creación de un holograma estaría en condiciones de crear un sistema basado en la holografía digital que, introducido en el ordenador, permitiría resolver cualquier ecuación planteada; es decir, localizar cualquier objeto que reuniese alguna característica de las contenidas en el holograma con el que se hace el chequeo. Además, el resultado puede imprimirse en papel y, de ese modo, se obtiene la imagen de un objeto que hasta ese momento ni existía.

El hallazgo, aplicado a la detección precoz del cáncer de mama, significa que, con estas ecuaciones -es decir, con el programa diseñado por este científico-, los tumores cancerígenos, aunque sean muy pequeños, pueden ser detectados sometiendo a un chequeo con el citado método una mamografía convencional previamente digitalizada.

'A partir de una mamografía en la que el médico especialista ha localizado un tumor canceroso, que ha sido confirmado previamente con cualquiera de las técnicas ahora existentes, nosotros lo que hacemos es recortarlo y con esa imagen generar numéricamente un holograma que nos servirá para chequear todas las mamografías que nos vayan llegando. Así, cada vez que una mamografía sea sometida al chequeo y aparezcan indicios de que en ella se hallan datos similares a los recogidos en el holograma, se mostrará un punto en la pantalla que denotará la presencia de un posible tumor', explica este investigador.

El método digital desarrollado permite calcular numéricamente la forma y el brillo. Su interpretación en unas coordenadas ofrece figuras con curvas, picos y valles. Los picos, esos puntos de máxima coincidencia, serán la confirmación de que existe el tumor. Y de estos puntos pueden imprimirse gráficas, cuyas características matemáticas proporcionarán información fidedigna sobre el tumor.

Creada la técnica y el método, lo único que falta es cargar el ordenador con algunos hologramas numéricos de distintos tumores previamente confirmados. De este modo, en las mamografías sometidas a chequeo, por extraño o microscópico que sea el carcinoma que esconden, podría identificarse el tumor sin dificultad. 'Un ojo humano desentrenado', explica Gómez, 'no distingue más de 15 o 20 tonos de grises entre dos puntos próximos de una imagen, 60, a lo sumo, en el caso de un ojo experto. Este método permite discernir tantos grados de coincidencia entre puntos próximos o variables entre señales distintas como las que resultan de elevar 10 a la decimoquinta potencia'.

Gómez González rechazó en su momento ofertas para trabajar en la industria militar y decidió aportar su granito de arena al desarrollo de técnicas médicas. Durante seis años trabajó en solitario poniendo a punto sus ecuaciones, que ahora ocupan un par de folios, pero que no hace mucho eran largas secuencias numéricas repartidas en un montón de cuadernos. Gómez ha pasado miles de horas delante de la pantalla de su ordenador. 'Cuando salía con mis amigos dejaba el ordenador funcionando y a mitad de la fiesta tenía que volverme a la escuela para controlar el proceso. A veces, cuando llegaba, se había ido la luz... Y vuelta a empezar', recuerda.

Hoy es un científico reconocido. La Junta de Andalucía le concedió la primavera pasada el primer Premio Tercer Milenio para investigadores jóvenes. Y el año pasado, en el congreso de la Sociedad Americana de Radiología, fue invitado a presentar una ponencia con la que sorprendió a los asistentes. Su método de análisis radiológico a partir de la holografía digital fue considerado un hallazgo.

Este año impartirá en el mismo foro, a finales de noviembre, dos conferencias más sobre el tema. Pero también el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) francés solicita saber de sus conocimientos. Uno de sus directores le ha invitado en varias ocasiones a participar en los foros de discusión de la institución.

En España, por ahora se han interesado por su método el Plan Andaluz de Investigación y el hospital sevillano Virgen del Rocío, con quien la Universidad de Sevilla ha firmado un convenio de colaboración por dos años. En este tiempo, el servicio de Radiodiagnóstico, donde se realizan 600.000 exploraciones radiológicas anuales, de las que 22.000 son mamografías, evaluará su aplicación a la detección precoz del cáncer de mama.

Del ojo a la matemática

Lo que falla no es la mamografía, sino el ojo humano, según dicen reiterados estudios en revistas como Radiology y el American Journal of Roentgenology. Entre un 12% y un 30% de los cánceres de mama que quedan registrados en las mamografías pasan inadvertidos en la inspección visual de los médicos, que las consideran entonces como 'normales'. Hasta ahora se han chequeado con el sistema de holografía virtual cientos de mamografías, y los resultados preliminares -aún no evaluados- 'se anuncian espectaculares', comenta el radiólogo Manuel Medrano, jefe del Servicio de Radiología del hospital Virgen del Rocío de Sevilla. 'El paso que estamos dando cambiará radicalmente los métodos diagnósticos utilizados para la detección precoz de enfermedades', asegura. Medrano afirma que para los radiólogos una mamografía era, hasta ahora, una imagen morfológica abierta a la observación ocular, pero que 'gracias al sistema de Gómez' se podrá traducir esa imagen con el ordenador en gráficos y coordenadas numéricas que permitan identificar con precisión la forma, situación e intensidad de los tumores'. Ante todo, Medrano valora que con este método se detecten carcinomas que ni siquiera se imaginan en las mamografías.

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