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Schröder redefine el papel de Alemania en el mundo tras el 11-S

El canciller viaja a Pakistán, India y China en otra muestra de la nueva diplomacia de Berlín

Alemania está en proceso de redefinir su tradicional papel de 'gigante económico y enano político'. En Berlín se escuchan posturas desconocidas desde la Segunda Guerra Mundial: desenvoltura diplomática, influencia en los procesos internacionales y envío de soldados al exterior. La voz cantante la llevan el mismo canciller Gerhard Schröder, quien ayer comenzó una gira por Pakistán, India y China, y su ministro de Exteriores, el verde Joschka Fischer, quien desde hace semanas casi no se baja del avión.

El 27 de septiembre algo muy notable sucedió en el Parlamento alemán: el Bundestag aprobó el envío de 450 soldados a Macedonia. Era la primera vez que Berlín asume el liderazgo en este tipo de operaciones, y la decisión parlamentaria contrastó con los problemas que tuvo Schröder para sacar adelante, un mes antes, otro envío de tropas a este país balcánico.

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Los atentados del 11 de septiembre, sin embargo, hicieron que casi todos cambiaran de opinión. 'Alemania solía dejar a otros el orden internacional. Era una postura muy cómoda, que ya no basta hoy', analiza Christoph Bertram, que dirige un centro de investigación sobre política internacional y seguridad en la capital alemana.

La postura alemana en las crisis internacionales comenzó a cambiar con el envío de cazas para combatir a Milosevic en Serbia y, ahora, con Afganistán. Schröder no ha dejado ninguna duda de que la 'solidaridad irrestricta' con EE UU incluirá también un componente militar. La época de la posguerra en la que el papel alemán se limitaba a 'ayudas secundarias' ha finalizado, según afirmó Schröder el 11 de octubre ante un emocionado Bundestag. El 65% de los alemanes le apoyaba.

Viraje del canciller'

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Lo que más me asombra es el viraje de los socialdemócratas y verdes. Desde la oposición nunca hubieran aprobado una participación militar propuesta por Kohl', afirma alguien que desempeñó un alto cargo en la Administración conservadora. Pero los cambios van más allá de lo militar. El Gobierno se ha volcado en lo que llama la 'arquitectura global de seguridad' que habrá de emerger de lo que algún día, eventualmente, serán las cenizas del terrorismo.

Conocer los 'elementos de construcción' de este nuevo orden mundial es una de las metas declaradas del canciller en su viaje a India y China, con escalas en Rusia y Pakistán, donde ayer se entrevistó con el general Pervez Musharraf sobre la situación en Afganistán. Además de hablar del futuro del país, el canciller alemán anunció el desbloqueo de una ayuda de 50 millones de euros.

¿Realmente se estrena una nueva época en la política exterior alemana? 'La clase política y la opinión pública aún no han llegado tan lejos. Tan sólo estamos al comienzo de esta evolución', opina Bertram. El apoyo ciudadano a la participación alemana está disminuyendo y cualquier operación militar tendrá que ser aprobada por el Parlamento, donde las posturas son susceptibles de variar.

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