Martínez elude la pena de muerte y será juzgado por diez hombres y dos mujeres
Entre ellos, hay dos afroamericanos y dos hispanos
Martínez, de 29 años, está acusado del asesinato del traficante de drogas Douglas Lawson, y la novia de éste, la bailarina de striptease Sherry McCoy-Ward.
Mientras la acusación intentaba lograr una mayoría de blancos conservadores en el jurado, favorables a las penas más duras, la defensa de Raben prefería una composición multirracial, una reivindicación que ha sido escuchada con la presencia en el jurado de las dos principales minorías de EE UU.
Se preveía que la selección de los 12 miembros de entre 40 personas llevara más tiempo y se especulaba con que podría prolongarse hasta mañana. Sin embargo, la rapidez con la que se ha decidido la formación del jurado hará el juicio podría finalizar a finales de la próxima semana o comienzos de la siguiente.
La fiscalía no pedirá la pena de muerte para el español
La jornada de hoy comenzará con los alegatos iniciales de ambas partes y la presentación de los testigos elegidos por la fiscalía.
En el segundo juicio al español, que ha comenzado con la elección del jurado, no se tendrá en cuenta por tanto el vídeo, de mala calidad y que necesitó una transcripción, en el que Martínez supuestamente se acusaba de los asesinatos del narcotraficante Douglas Lawson y de su novia, Sherry McCoy-Ward.
Por ello, todos aquellos candidatos a formar parte del jurado que hayan visto el vídeo o tengan una opinión preconcebida del caso han sido automáticamente descartados.
Cadena perpetua
Aunque antes de la elección del jurado, el juez Rogers Padgett anunció que la fiscalía no pedirá la pena de muerte para Martínez, el fiscal Chris Watson mantiene la acusación de asesinato en primer grado, por lo que solicitará la cadena perpetua.
La decisión del fiscal se debe a la falta de pruebas con que la acusación afronta este segundo juicio, tras ser eliminada la prueba principal -el suspuesto vídeo autoinculpatorio- con la que se condenó a Martínez a la silla eléctrica en 1997.
Peter Raben, abogado defensor de Martínez, indicó que se siente satisfecho de que la fiscalía haya decidido no pedir la pena de muerte para su defendido. "Esto quita evidentemente la ansiedad de este caso y lógicamente es un paso positivo para lograr que Joaquín José sea declarado inocente", agregó Raben.
Sin embargo, la madre del acusado indicó que teme que esta decisión sea una estrategia para conseguir la cadena perpetua para su hijo: "Tenemos mucho más miedo que antes porque pueden buscar la cadena perpetua y eso sería más doloroso".
Joaquín Martínez, padre del acusado, indicó que la fiscalía parece ir cediendo poco a poco, pero que su hijo no aceptará ningún arreglo extrajudicial.
