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LA CRISIS DE ORIENTE PRÓXIMO

Los muertos por el derrumbe de la discoteca de Jerusalén son 24

Los trabajos de rescate de las víctimas de la sala de fiestas Versalles de Jerusalén finalizaron ayer al mediodía con el saldo definitivo de 24 muertos, según anunció el jefe de la policía de la ciudad. El recuento se ha efectuado tomando como referencia la lista de invitados de la boda y las dos reuniones juveniles que se celebrarban en el establecimiento, así como las nóminas de los empleados. El balance es provisional, ya que no podrá conocerse con exactitud el número de muertos hasta que hayan finalizado las tareas de desescombro, lo que llevará como mínimo una semana.

"No descartamos que entre los escombros se encuentren los cadáveres de algún indigente de los que suelen dormir en los accesos del garaje de la discoteca. Tampoco hay que desechar la posibilidad de que las ruinas escondan el cuerpo de algún extranjero no censado que eventualmente venía efectuado trabajos de albañilería en la discoteca", dijo un portavoz de las fuerzas de seguridad.

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El número de heridos, que en principio se cifró en unos 300, quedaba ayer, sin embargo, reducido a 166, después de que la mayor parte de ellos fueran dados de alta y devueltos a su domicilio. En las unidades de vigilancia intensiva permanecen 16 personas, cuyo estado es crítico. Alguno de estos heridos podrían fallecer en las próximas horas, según fuentes hospitalarias.

El capítulo más doloroso de la catástrofe más importante de carácter civil acaecida en la historia de Israel parece haber concluido, mientras las autoridades inician una investigación para dilucidar responsabilidades. Hasta ahora el juez ha ordenado la detención de ocho personas, entre las que se encuentran los dueños de la discoteca y los técnicos que llevaron a término las obras de ampliación que provocaron el desplome del edificio.

Ayer pudo haber ocurrido otro desastre de similares dimensiones en Haifa, cuando varios miles de aficionados del equipo de fútbol local invadieron el terreno de juego minutos antes de concluir un partido contra el Maccabi de Tel Aviv. Treinta personas resultaron heridas, una de ellas muy grave. El partido hubo de ser suspendido.

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