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El pulso entre España y Alemania frena la ampliación de la UE

Piqué bloquea la moratoria de inmigración que pide Berlín

Carlos Yárnoz

Alemania quiere imponer una moratoria de siete años a los trabajadores de los nuevos países de la UE a la hora de establecerse en la actual UE. Oficial y públicamente, todos los países, incluido España, aseguran que no existe relación directa entre las pretensiones española y alemana, pero, de hecho, ambos problemas están relacionados en la mesa de negociación. Piqué insistió ayer en que España puede ser 'flexible' con 'problemas particulares' como el de Berlín, basado en un temor a una avalancha de emigrantes, si otros países son también 'flexibles' con la preocupación española. 'Los argumentos que se dan no son suficientes, y España mantiene muchas reservas', señaló ayer Piqué al referirse a la moratoria de siete años que quiere Alemania y que ayer no fue aprobada.

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En un intento de satisfacer a Madrid, la presidencia semestral de la UE, la sueca, presentó una propuesta en la que se hace referencia al conflicto español, pero Piqué se limitó a señalar que se trata de 'un avance' que estos días tendrá que estudiar con detenimiento.

En contra del plan de Suecia, Piqué calificó ayer de 'absolutamente prematuro' aprobar la propuesta de moratoria, a la vez que recordó que, en contra de la opinión mayoritaria, España defiende que su problema está derivado del proyecto de la ampliación de la UE y, por tanto, debe ser abordado en el seno de las negociaciones de esa ampliación. 'Lo que buscamos', explicó el ministro español, 'es un reconocimiento explícito' del problema español.

La posición española estuvo respaldada, pero con matices, sólo por Portugal y Grecia, los otros dos países receptores de fondos comunitarios, pero los griegos, por ejemplo, dejaron claro que no apoyan la tesis española de adelantar el debate sobre qué criterios se aplicarán en el futuro para el reparto de las ayudas europeas, que en buena parte recaerán sobre los nuevos países que se incorporen, porque tienen una renta per cápita más baja.

'En este Consejo ha habido 12 países en un lado, dos en otro y un último en otro', dijo el ministro alemán, Joschka Fischer, al señalar la posición de soledad en la que se había encontrado Piqué. Para Fischer, la preocupación española por la pérdida de fondos comunitarios es también una preocupación para países que como Alemania tendrán que seguir aportando dinero para los Estados menos favorecidos de la Unión. 'La ampliación exigirá compromisos dolorosos para todos', precisó el ministro alemán.

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Una vez más, como ya ocurrió hace dos fines de semana en Nyköping (Suecia), Piqué y Fischer fueron los protagonistas del encuentro. Ambos mantuvieron ayer en Bruselas una entrevista bilateral, pero apenas hubo acercamiento. 'Nos entendemos con muy pocas palabras', comentó después Piqué, dando a entender que los dos saben perfectamente en qué consiste el problema de cada cual. 'Le he dicho a Piqué que habrá un periodo de transición en la recepción de fondos para España, pero el marco financiero no es ilimitado', advirtió Fischer.

Francia se muestra comprensiva con la preocupación española, pero a la vez entiende que 'la angustia española es exagerada', en palabras del titular francés de Exteriores, Hubert Védrine.

El comisario para la Ampliación, el alemán Günter Verheugen, se situó ayer, una vez más, frente a España, y advirtió del peligro que supone poner sobre la mesa 'cuestiones políticas' que pueden enturbiar las negociaciones con los países candidatos.

Tras lo ocurrido ayer en Bruselas, los ministros de Exteriores ya sólo disponen de una ocasión más para abordar el asunto, el mes próximo, para solventar el litigio hispano-alemán. De no hacerlo, serán los jefes de Estado o de Gobierno los que tengan que abordarlo en la próxima cumbre europea de junio en Gotemburgo (Suecia).

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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